INVASIÓN A LA TIERRA (US) [Columbia Pictures, 2011]

Parece que últimamente el blockbuster americano anda de capa caída. Películas que crean una gran expectación pero que terminan por convertirse en un bluff total a la hora de su estreno están continuamente a la orden del día. Claro que son films que siempre tendrán su público, pero son escasas  las películas de gran presupuesto que se han estrenado durante los últimos años que han llegado a convertirse en clásicos de, por ejemplo el caso que nos ocupa, el cine de ciencia ficción.

Jonathan Liebesman es conocido por su anterior film, “Distrito 9”, quizás para algunos una de esas cintas que se pueden situar entre los posibles clásicos modernos. De hecho, “Invasión A La Tierra” en lo que se refiere a su campaña de promoción se acercaba bastante al estilo que se utilizó para promocionar “Distrito 9”, mostrando en este caso la invasión extraterrestre de un modo realista, como si de una noticia autentica se tratara, para después ir enseñando las escenas de acción y ponernos los dientes largos.

Si con “Distrito 9” Liebesman supo disfrazar una historia sobre  extraterrestres en una critica al apartheid que se produjo en su Sudáfrica natal, en este caso no hay dobles lecturas que valgan, limitándose a contar las primeras veinticuatro horas de una invasión extraterrestre, centrándose en la ciudad de Los Ángeles, de hay el titulo original.

Ya en el comienzo la cosa empieza mal con un flashback  que ni viene a cuento, ni crea ningún tipo de expectación. Hacer un flashback de una escena que vamos a ver tan solo veinte minutos después y que no tiene ningún tipo de trascendencia es una perdida de tiempo absoluta. La cosa sigue empeorando una vez se nos presentan a los personajes por los que en teoría debemos sufrir una vez deben entrar en acción, mas bien diría que debemos de sufrir la lista de tópicos y de actuaciones con cero carisma que nos encontramos durante hora y media. El sargento a punto de retirarse y el cual arrastra el típico trauma por una misión del pasado, el teniente novato de toda la vida al que le viene en grande lo que esta pasando, el que esta a punto de casarse, el que odia al sargento por que perdió a su hermano en la misión fallida y se tira toda la película odiándolo para, como no, luego mostrarle su respeto por lo valiente que es, Michelle Rodríguez haciendo de Michelle Rodríguez, y así un largo etc…

Lo cierto es que a veces todo resulta tan confuso y los personajes te importan tan poco que en muchas ocasiones no sabes ni quien ha muerto, quien sigue vivo, quien crees que ha desaparecido para luego volver a encontrarlo dando tiros. Y en medio de todo Aaron Eckhart tratando de dar algo de dignidad a unos diálogos que parecen escritos por el alto mando da la marina americana. De hecho la propaganda pro marina ocupa gran parte del metraje, por lo que es posible que el propio ejercito haya puesto pasta para la filmación por que es exagerada la cantidad de publicidad que se dan. Y los pocos civiles que salen, pues eso, por que los marines tienen que rescatar a alguien y de paso lavarle el cerebro a los niños para que se alisten, que si no…

¿Los extraterrestres?, pues su mejor momento es cuando llegan a la Tierra. Liebesman acierta retratando a través de imágenes de informativos los momentos de confusión e incertidumbre tras la llegada de los invasores. Pese a que los efectos especiales son realmente buenos, especialmente para mostrarnos la ciudad completamente devastada, lo cierto es que al final de la película apenas recuerda uno el aspecto de los aliens, que parece que no tenia mala pinta. Pero seguramente debido al mareo que cogí en el cine por culpa de la cámara que no estaba quieta ni para mostrar el dialogo dos tíos sentados apenas me acuerdo de cómo eran. Solo se que al principio eran casi inmortales y que después de practicarle una autopsia para saber como cargárselos, mueren nada mas asomar la jeta por la pantalla, a mayor gloria de la puntería de los marines, como no, ya que hasta ese momento necesitaban freírlos a tiros literalmente para matarlos y después de la autopsia les basta con un disparo en el sitio justo.

Tiene sus ratos entretenidos, el aspecto técnico es impecable, pero entre unos personajes con el carisma justo para llevar el fusil y el casco, una cámara que un enfermo de parkinson movería menos, lo previsible de todas las escenas y la excesiva propaganda pro marines lastran un film que tenia mejor pinta en los trailers de lo que ha resultado ser.

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Fernando Arcos