Argumento:
Pasado un año de la masacre de Barrow (Alaska), Stella, la única superviviente de aquel desgraciado acontecimiento que duró 30 días, ahora recorre el mundo predicando lo que realmente ocurrió allí en contra de lo que oficialmente se inventó. Las conferencias que Stella ofrece, tratan sobre la existencia de los vampiros, chupasangres que además la siguen allá por donde va.
Los Angeles, es la nueva parada de Stella. Todavía no ha llegado a superar la pérdida de su marido, pero podrá llevar a cabo su venganza cuando tres personas a las que también les han sido arrebatadas sus seres queridos le propongan matar a la reina de los vampiros, la cual se encuentra allí mismo, en Los Angeles.
Reseña:
Ben Ketai, productor y guionista de cortos, nos trae como director este fallido largometraje, continuación de una indiscutible mejor primera parte.
Para empezar no cuenta ni con la colaboración de la actriz superviviente de la primera película, protagonista en la que se basa esta segunda parte. El escenario, la gran ciudad, algo nada novedoso. Los vampiros, en la mayoría de las apariciones parecen haber sido sacados de un concierto de Judas Priest. Los diálogos no son nada extensos, y se agradece, bastante hay ya con el medio pestiño de película como para haberla hecho más agobiante. El guión apenas ofrece algo nuevo y creo que picotea un poco de Blade, al contrario que la primera parte, mucho más original. En cuanto al reparto, ni fu ni fa, bueno, más bien pasable. Lo que concierne a los efectos especiales, creo que no están mal del todo pero en algunas escenas se hace muy notable el trabajo por ordenador, y además se les ha pasado el detalle de que en la primera película los vampiros tenían los ojos inclinados. Sí es verdad que aparecen un par de escenas un tanto gore pero poco más, y también es cierto que en algunas tomas la sangre es inconfundible vino, no tuvieron la preocupación de espesarlo un poco. Y por último, que es lo que más desconcertado me dejó, es el poco protagonismo que se le da a la reina de los vampiros y al vampiro bueno, papeles claves de la película.
Película un tanto lenta, con alguna que otra escena de acción bien montada, pero falta de ritmo y congruencia.
Según en el estado en que pille al espectador puede resultar una película aburrida o entretenida, a mí personalmente me aburrió un poco, tal vez porque después de haber visto la primera parte me esperaba mucho más de esta segunda. Pero tampoco es que se haga muy pesada ya que la duración de la cinta es de apenas hora y media. Sinceramente, creo que hay muchas mejores películas por ver, así que no perdáis el tiempo. Si por el contrario, sois unos adictos a los vampiros, pues vedla, pero tened cuidado de no acabar convertidos.
Nandy Puertollano
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