Me ha costado algún tiempo sacar una idea algo clara del nuevo álbum del chalado Mika Luttinen, ya que para un servidor IMPALED NAZARENE acabaron su carrera en 1998 con la edición de “Rapture”. Opinión subjetiva donde las halla, coincido con unos pocos fans en que la incorporación de Alexi Laiho para “Nihil” fue un error, y a partir de ahí me desinterese por ellos totalmente porque parecían una especie de Impaled Of Bodom incomestible, así que para la reseña que nos ocupa tuve que retroceder en el tiempo y “deleitarme” con obras previas como “Absence Of War…”, “All That You Fear” o “Manifest”.
No coincido con algunos críticos en describir “Road To The Octagon” como una vuelta al viejo sonido de IMPALED NAZARENE, puesto que esto está muy lejos de ser un nuevo “Ugra-Karma”, pero si que es cierto que en el nuevo disco los controvertidos IMPALED a través de temas algo más cortos, más rápidos, y más furiosos se ha acercado sobremanera al resultado extremo que llevaba esperando desde hace más de diez años.
El álbum se grabó en el estudio Hellhole de Helsinki con Tero Kostermaa y la masterización estuvo a cargo de Mika Jussila (NIGHTWISH, HIM, THE 69 EYES, STRATOVARIOUS…), ofreciendo un sonido más intenso y potente que el del flojísimo “Manifest”, de hecho han evitado los estupidos solos “jevilongos” de los que hacían gala últimamente por otros más breves y verticales sin tanta melodía, y los temas se suceden uno tras otro directos a nuestra yugular recuperando la fuerza y aspectos compositivos Black Metal de “Pro Patria Finlandia” características identificables en el primer corte “Enlightenment Process” (que han utilizado para el video promocional), “Convulsing Uncontrollably”, el perturbado “Execute Tapeworm Extermination” o el sorprendente “Under Attack” quizás más cercano a su sonido primigenio. Y es que si el batera Reima Kellokoski se ha puesto las pilas (“Tentacles Of The Octagon” es una muestra), la garganta de Mikaakim es simplemente desgarradora.
Tampoco es que hayan olvidado sus influencias punkarras, basta oír “The Plan” o los rasgeos impredecibles de bajo en “Gag Reflex” para revivir “Latex Cult”, desde luego “Road To The Octagon” se caracteriza por su velocidad, pero tampoco han despreciado los medios tiempos, las voces normales y las líneas psicodélicas de guitarra para hacer de “Rhetoric Infernal” una de las mejores composiciones de su extensa carrera.
He de reconocer que esta vez el asalto nuclear ha estado a la altura, y ha despertado mi interés perdido por la banda.
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JM.Salas
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