Argumento:
Tres amigos han ido a la montaña a disfrutar de un fin de semana blanca con la intención de que la esquiada les salga gratis, y para eso han quedado con una amiga que se encarga de los telesillas. Pero todo no saldrá tan redondo como lo habían planeado.
Es tarde y están a punto de cerrar la pista, pero los tres amigos se empeñan en esquiar por última vez. Para ello convencen por segunda vez al encargado de apagar los telesillas. Pero por un error de mal cálculo se da por vacía la pista y los telesillas dejan de funcionar mientras en ellos siguen subidos los tres amigos. La negligencia de los trabajadores hará que la desvergüenza de nuestros protagonistas le salga más caro de lo previsto. Por aproximadamente unos cien euros, nuestros amigos venderán sus vidas.
Reseña:
“Frozen” no es un filme basado en una historia real sino en una hipotética situación de supervivencia muy bien llevada a cabo, pero con un guión un tanto irregular y con algunas incoherencias, porque si la pregunta es: ¿cómo bajarías de un telesilla parado a una altura considerable del suelo sabiendo que el personal de la estación no volverá hasta dentro de una semana? Nos deja un tanto desconcertados, no por la primera decisión que toman nuestros protagonistas para salir de la situación, que puede ser bastante realista, pero sí por las decisiones e imprevistos que acontecen más tarde. Pero aun teniendo un argumento bastante simple el resultado es bastante bueno.
Adam Green nos vende un filme al estilo “Buried”, con un resultado, para mi gusto, mejor. Aunque también es verdad que “Enterrado” dejaba a entrever unos cuantos mensajes subliminales, cosa que “Frozen” parece no ofrecer, o sí.
A pesar de tratarse de un filme que transcurre casi enteramente en un único escenario, la cinta no aburre y entretiene, destacando unas cuantas escenas, como la de la mano de la chica y el “macabrillo” final de los chicos, pero como ya he dicho antes contiene otras escenas un tanto incoherentes que influyen irremediablemente en el resultado final. Y es que, resulta inverosímil ver a tres jóvenes sin la inseparable compañía de su teléfono móvil, o de un IPad, o de algún aparato parecido con el que se pueda pedir auxilio aunque sea a Facebook. Pero esto se olvida durante el transcurso de la cinta y llega a resultar algo nimio, sobre todo cuando vemos la suerte que al final corre el telesilla, final típico y falto de imaginación, resultón.
Poco más que reprocharle a “Frozen”, todo lo contrario, hay que alabar el momento que te hace pasar.
Si “Buried” nos introducía en un ataúd bajo tierra, “Frozen” nos sube en un telesilla hasta lo alto de una montaña para dejarnos a medio camino, parados en las alturas, sin comunicación, sin ayuda, al aire libre, con un frío del copón. La angustia se hará dueña de la situación.
SPOILERS:
¿Cómo es posible que después del primer intento que hace uno de nuestros protagonistas al intentar escapar por el cable y del cual sale con las manos bastante lastimadas, al segundo intento pueda con más energía (algo contradictorio después de pasar horas sin alimentarse y sin beber agua) llegar hasta el poste?
Y gran decepción en el final, con el descuelgue afortunado del telesilla y la consecuente salvación de uno de los protagonistas. Un final demasiado típico que le quita casi todo la emoción a lo anteriormente vivido. Se lo podían haber ahorrado.
Nandy Puertollano
Ostia! Casi igual que cuando estuve yo esquiando en Alemania xDD
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