Argumento:
Andrew Kaulder es fotógrafo, y el acontecimiento le ha pillado de vellón. Es su oportunidad para sacar un buen trabajo, pero su jefe le tiene reservada otra tarea. Andrew deberá recoger a Sam, la hija del jefe, para llevarla sana y salva hasta Estados Unidos.
Reseña:
Nos encontramos aquí con una cinta de ciencia-ficción un tanto original, si se le puede llamar así. Gareth Edwards dirige esta película de monstruos, en la que al principio nos narra el suceso, luego nos muestra unas escenas del bicho al estilo “Monstruoso”, y de ahí pasa al comienzo de una historia entre dos personas. Hasta aquí todo bien, o normal, y bien trasladado a la gran pantalla. La fotografía de esta cinta, de la cual se encarga el propio Edwards, es genial a mi parecer, y lo muestra ya desde principio de película con la imagen del edificio destrozado. Además uno de los protagonistas es fotógrafo. ¿Coincidencia?
Suposiciones aparte, a lo que vamos, la idea de la situación que expone Gareth Edwards no está nada mal, pero desde mi punto de vista transcurre demasiado lenta. Con esto no quiero decir que al tratarse de una película de ciencia-ficción (si es que se la puede incluir en este género) tengan que aparecer por doquier bichos a mansalva, sino que la historia que nos ofrece parece más una historia de amor que una película de ciencia-ficción. Una historia de amor que a mí personalmente no llegó a engancharme del todo por su exacerbada frialdad y por su nula pasión. O será que estoy mal acostumbrado. ¡Será eso!, será que he visto pocas películas como esta.
Yo aviso, los bichos solo aparecen menos de cinco minutos al principio, menos de cinco minutos en mitad, y menos de cinco minutos en el final. Así que echad cuentas, si son tres apariciones de cinco minutos aproximadamente, sería un total de menos de quince minutos de ciencia-ficción en toda la película, y el resto, una hora y cuarto de viaje poco convencional desde México hasta Estados Unidos. Por lo tanto esto engaña. No os equivoquéis, aquí no encontraréis bichos con mucho protagonismo sino una historia de amor entre dos personas: un fotógrafo y la hija de su jefe. Y como lo que más cuenta en estos casos de poca acción y ciencia-ficción son las interpretaciones, a ellas nos referiremos.
Pero es poco lo que hay que decir, ya que para tratarse de unas actuaciones que intentan influir y llegar al espectador de una manera sentimental y humana, en ningún momento lo consiguen, ya que los actores o los papeles en sí que interpretan transmiten poco carisma, casi ninguno, sin llegar a convencer en los momentos complicados de cambios de registro, y sin mostrar expresiones faciales con las que uno sienta un mínimo de empatía.
Bueno, pues lo dicho, muy buena fotografía, pocos pero también buenos efectos visuales, un viaje, una historia de amor, una situación peligrosa, y un final con el que se puede llegar a pegar un tiro en la cabeza tanto el que le ha dejado la novia como el que no soporta este tipo de películas románticas insípidas, desaborías, y sin una escena de sexo.
Nandy Puertollano
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