No se puede decir que sea un gran asiduo al hardcore punk (menos punk que hardcore), pero en esta ocasión tengo la oportunidad de analizar un disco que me llama la atención. Se trata de un grupo israelita cuya portada ya nos da una idea de lo que nos podemos encontrar: reivindicación, temas radicales y mucho punk con toques oi!Sin duda, para los amantes de este estilo el álbum aporta bastante dosis de los elementos clásicos: ritmos simples, muy rápidos, voces que no paran y ganas de liarla. A lo largo de los 18 temas que componen el disco no nos vamos a llevar ninguna sorpresa, y es que el grupo tiene las ideas muy claras sobre lo que quieren conseguir, y no es más que tralla pura y dura, con canciones de apenas 2 minutos que van directas a la mandíbula.
La maquetación del disco, a base de “collage” y fotos que nos provocan sentimientos diversos sobre política, sociedad e incluso pornografía, no puede dejar indiferente a nadie. Ojeando las letras en inglés confirmo que efectivamente la banda sigue una tendencia de protesta y humor negro en sus canciones como “Quiero ser gordo”, “Ojalá te mueras”, “Me encanta el desorden”, “Quiero ser un proscrito” o el último tema que realmente puede herir sensibilidades (más del país en que vienen): “Dios Jehová serás hijoputa”.
Como grupos similares, podemos citar a cualquiera de los clásicos nacionales de rock radical como Eskorbuto (aunque mucho mejor producido) Cicatriz o incluso los propios granadinos Zutaten, así que efectivamente debe ser del gusto de muchos aficionados a este tipo de música.
En definitiva, es un disco rápido y sencillo de escuchar, donde todas las canciones destacan por igual así que no encontraremos ninguna sorpresa especial, solamente punk y más punk.
Alberto Fdez.
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