Año 1989, en nuestro país el comic americano nos llegaba de una manera
más que digna por parte de Planeta, vía Comics Forum, que desde
hacía años gestionaban los derechos de Marvel mientras que Ediciones Zinco
hacía lo mismo con las colecciones de DC muchas veces con más pena que
gloria pese a realizar una más que digna publicación de prestigios y novelas
gráficas durante sus últimos años entre nosotros. En nuestro país las
colecciones de editoriales llamadas independientes eran de difícil acceso por
el poco riesgo que por aquel entonces tomaban las editoriales locales. El hecho
de que Norma Comics comprase los derechos de algunas colecciones de la
poco conocida por aquel entonces Dark Horse Comics fue toda una
sorpresa, muy agradable, para los lectores y aficionados al mundo del comic y
de la ciencia ficción en general.
Vamos ahora con Predator. Aquí también tenemos al señor Verheiden a las letras mientras que el apartado gráfico se le encargó a Chris Warner, un excelente dibujante y gran narrador, porque no es lo mismo dibujar bien que narrar de P.M. Para que se entienda Frank Miller no es un dibujante de gran detalle y exquisitez gráfica pero no se le puede negar que tiene (o ha tenido) una gran narrativa, un saber explicar historias dibujando y darle vida a los textos sin casi necesidad de ellos. Warner es de estos, con un trazo muy personal, de gran fuerza y dinamismo, era el compañero perfecto a Verheiden. En este caso también nos encontramos cronológicamente poco después de los hecho narrados en la primera película de Depredador (la de Schwarzy) y es MUY importante este hecho porque si tomamos los hechos narrados en los cuatro números de este gran comic y los que acontecen en la muchas veces infravalorada Depredaror 2 (con Danny Glover) uno se llega a sonrojar de los muchos y excesivos parecidos entre ambos. Con decir que Dark Horse llegó a denunciar a la productora de la película lo digo todo. Verheiden tuvo el gran acierto de trasladar la acción de la historia a New York (Los Ángeles en la película por ser más económico rodar allí) y utilizar como protagonista al supuesto hermano policía marine protagonizado por Arnold Schwarzenegger en la primera y brutal película del alienígena cazador de humanos. La ciudad emana violencia y el hedor a putrefacto forma parte de un ambiente cargado y excesivamente caluroso incluso para el periodo estival, vamos el escenario perfecto para una buena cacería alienígena. Ya tenemos todos los ingredientes sobre la mesa perfectamente cocinados por parte de estas dos bestias del comic. En su momento no se supo apreciar toda la calidad de esta serie pero teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado y lo bien que ha envejecido esta serie lo único que puedo decir es que es uno de los comics de acción mejor realizados hasta la fecha y totalmente recomendable. Un detalle importante es que el argumento es tan interesante y absorbente que se devora sin darte cuenta. Como paso con Aliens son numerosas las series posteriores a este brillante bautismo de fuego, como Predator_Cold War o Predator_Concrete Jungle todas ellas de menos calidad que la original.
El apartado gráfico cumple sobradamente su cometido, ya habíamos disfrutado del arte de Chris Warner anteriormente y estábamos deseando volver a degustarlo y vaya que si lo hicimos. El guión, bueno, para que meternos demasiado, ninguna de las series de Terminator han llegado jamás ni tan siquiera rozar el nivel de excelencia, no sé el por qué la verdad, pese a todo de todas ellas se puede disfrutar tranquilamente. Terminator_The Enemy Within (con brutales portadas de Simon Bisley) o Second Objective son algunos ejemplos de miniseries publicadas a posteriori. En estos casos las calidades se fueron manteniendo, destacando Terminator_The Burning Earth por ser unos de los primeros trabajos del genial Alex Ross como profesional.
Más allá de entrar en mayor o menor detalle en este multi-universo que Dark Horse recreó, desarrolló y sobre-explotó en muchos casos (por favor no os acerquéis a cosas como Terminator vs Predator vs Aliens ni a la infinidad de infumables crossovers que se han llegado a perpetrar sin gusto ni respeto) a Dark Horse se le debe reconocer el valor y la perseverancia en creer en lo que estaba haciendo, en luchar por mantener su lugar en una industria muy complicadamente difícil y no asustarse ante las grandes bestias editoriales siempre omnipresentes. Se le pueden achacar muchas críticas y errores e incluso cierta dejadez durante finales de los 90 y principios del nuevo siglo pero el coraje que tuvieron y las emociones que nos sirvieron en bandeja en una época mucho más encorsetada que la actual y donde no había internet para navegar y navegar y navegar es innegable. Joder si hasta publicaron un Aliens versus Predator cuando apenas nadie se había planteado que estos dos monstruos (en muchos sentidos) pudieran enfrentarse entre ellos y no nos olvidemos de esa pequeña joya de la que nadie recuerda su nombre llamada Robocop vs Terminator (). Nos encontramos en un caso donde el cine y el comic se retroalimentó el uno del otro sin llegar a colaborar de manera clara y explícita, en muchos casos desde las sombras donde finalmente los grandes beneficiarios fuimos una legión de lectores cinéfilos.
R.Alfaro.
Dark Horse Comics es una editorial de comics americana de las llamadas independientes,
aquellas que sin poder hacer sombra a los grandes gigantes empresariales del
sector (léase Marvel y DC) se repartían el trocito de pastel que
estas dejaban dentro de un mercado que a finales de los 80 y principios de los
90 mantenía una más que buena salud en relación a las ventas. Durante esta
época Dark Horse se posicionó como la eterna tercera vía, una posición
más que respetable y realmente merecida. Poco a poco fueron surgiendo
editoriales que paralelamente entraron en esta lucha de posiciones, como la conocidísima
Image, Legends o Malibu entre otras muchas, cada una con
sus características e idiosincrasias propias. Dark Horse tuvo la genial
idea de adquirir los derechos de imagen de personajes cinematográficos como Aliens,
Predator o Terminator entre muchos otros y generar a partir de
ellos un universo rico en matices.
La política de la editorial fue editar series limitadas con historias
auto-conclusivas en las que iban pasando diferentes equipos creativos que en
algunos casos podían repetir mientras que en la mayoría estaban de pasada. Pese
a ser historias con inicio y final siempre se intentaba mantener una cierta
continuidad entre ellas. En algunos casos el hecho de no tener una periodicidad
fija y los constantes cambios de guionistas y dibujantes dificultaron esta
supuesta continuidad que muchas veces era artificial. El éxito del experimento
fue apabullante e incluso inesperado, los productos y subproductos que
apareciendo durante los posteriores años crearon toda una amalgama de historias,
algunas esperpénticas y otras de gran calidad técnica. Es cierto que poco a
poco el listón fue bajando hasta llegar casi a la absurdidad, seguramente por
no dejar descansar las franquicias y querer sacar más beneficio del que en
principio se debía.
Para no perdernos en los más de 10 años de publicaciones de las tres
franquicias madre que fueron (y son, revival) Aliens, Predator y Terminator,
voy a centrar el presente artículo en las tres primeras mini-series que Dark
Horse (en nuestro país Norma) publicó durante los años 1989 y 1990.
Aliens fue una miniserie de 8 números (o 12 según se mire) que contaba con el
guión de un poco conocido por entonces Mark Verheiden mientras que la
parte gráfica la desarrolló un detallista aunque a veces embarullado Mark A.
Nelson. La historia de Aliens se situaba cronológicamente justo al
final de la segunda película, por aquel entonces ni siquiera se había estrenado
Alien 3. Verheiden se situaba años después del regreso del
sargento Hicks y la pequeña Newt la cual ya no es tan pequeña y
se encuentra reclusa en un centro psiquiátrico en no muy buenas condiciones. Hicks
por su lado ya no está en filas y se dedica a ir sobreviviendo con su paga de
ex-militar por obligación. Después de una serie de sucesos los dos reciben la
noticia de que “la compañía” está organizando un viaje para ir al planeta de
origen de los aliens, el cual han encontrado y como no quieren visitar no sea
que puedan sacar algún provecho económico, como siempre. Bla bla bla bla bla
bla… Aliens es una buena serie pero la publicación en blanco y negro y
un guión excesivamente embarullado no le hizo ningún favor.
Pese a ser una buena historia incluso habiéndola leído siendo más adulto
me ha costado apreciar todos los matices, tramas y sub-tramas que se intentan
desarrollar en apenas 8 números. Posteriormente a estos se publicaron 4 más
también en manos de Verheiden pero acompañado en este caso por un
exquisito dibujo de Denis Beauvais, en la cual una nave gobernada por un
general psicótico lleva como cargamento un grupo de aliens con fines
armamentísticos (¿no os suena? Pues yo diría que el bueno de Jean Pierre
Jeunet tuvo muy en cuenta esta historia para su ¿desastrosa? Alien
Resurrection). En este caso la narrativa era mucho más clara y directa, sin
sueños ni pasajes oníricos imposibles, mucho más digerible que la anterior
publicación. A partir de aquí fueron apareciendo diferentes mini-series entre
las que destacan Aliens_Earth War (con un excelente Sam Kieth) o Aliens_Hive
(con la calidad de Kelley Jones), en esta Verheiden ya no
aparecía en los créditos hecho que marco la primera de muchas bajadas de
calidad argumental. Vamos ahora con Predator. Aquí también tenemos al señor Verheiden a las letras mientras que el apartado gráfico se le encargó a Chris Warner, un excelente dibujante y gran narrador, porque no es lo mismo dibujar bien que narrar de P.M. Para que se entienda Frank Miller no es un dibujante de gran detalle y exquisitez gráfica pero no se le puede negar que tiene (o ha tenido) una gran narrativa, un saber explicar historias dibujando y darle vida a los textos sin casi necesidad de ellos. Warner es de estos, con un trazo muy personal, de gran fuerza y dinamismo, era el compañero perfecto a Verheiden. En este caso también nos encontramos cronológicamente poco después de los hecho narrados en la primera película de Depredador (la de Schwarzy) y es MUY importante este hecho porque si tomamos los hechos narrados en los cuatro números de este gran comic y los que acontecen en la muchas veces infravalorada Depredaror 2 (con Danny Glover) uno se llega a sonrojar de los muchos y excesivos parecidos entre ambos. Con decir que Dark Horse llegó a denunciar a la productora de la película lo digo todo. Verheiden tuvo el gran acierto de trasladar la acción de la historia a New York (Los Ángeles en la película por ser más económico rodar allí) y utilizar como protagonista al supuesto hermano policía marine protagonizado por Arnold Schwarzenegger en la primera y brutal película del alienígena cazador de humanos. La ciudad emana violencia y el hedor a putrefacto forma parte de un ambiente cargado y excesivamente caluroso incluso para el periodo estival, vamos el escenario perfecto para una buena cacería alienígena. Ya tenemos todos los ingredientes sobre la mesa perfectamente cocinados por parte de estas dos bestias del comic. En su momento no se supo apreciar toda la calidad de esta serie pero teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado y lo bien que ha envejecido esta serie lo único que puedo decir es que es uno de los comics de acción mejor realizados hasta la fecha y totalmente recomendable. Un detalle importante es que el argumento es tan interesante y absorbente que se devora sin darte cuenta. Como paso con Aliens son numerosas las series posteriores a este brillante bautismo de fuego, como Predator_Cold War o Predator_Concrete Jungle todas ellas de menos calidad que la original.
Como no hay dos sin tres cerramos el círculo con Terminator, el ya
mítico personaje creado por James Cameron tras unas extrañas fiebres
alucinógenas y que tantos horas de aventuras y acción nos ha regalado (4
películas y una serie, a esperas de un quinto largometraje). En este caso Dark
Horse fue muy hábil al provechando las buenas críticas que recibió el trabajo de Warner en Predator y
de nuevo le otorgó el apartado gráfico de la primera serie de la franquicia Terminator.
Los guiones los llevó a cargo de un experimentado y veterano John Arcudi
el cual se encargo de coger toda la mitología skyniana y desarrollar una historia que sin ser excelente llega a
plantear buenos e interesantes conceptos. La base como siempre la búsqueda de
cualquier enemigo al nacimiento y desarrollo de Skynet en el
pasado-presente. Esta vez no se envía a un único terminator si no a todo un equipo junto a otro grupo de miembros de
la resistencia humana.
El apartado gráfico cumple sobradamente su cometido, ya habíamos disfrutado del arte de Chris Warner anteriormente y estábamos deseando volver a degustarlo y vaya que si lo hicimos. El guión, bueno, para que meternos demasiado, ninguna de las series de Terminator han llegado jamás ni tan siquiera rozar el nivel de excelencia, no sé el por qué la verdad, pese a todo de todas ellas se puede disfrutar tranquilamente. Terminator_The Enemy Within (con brutales portadas de Simon Bisley) o Second Objective son algunos ejemplos de miniseries publicadas a posteriori. En estos casos las calidades se fueron manteniendo, destacando Terminator_The Burning Earth por ser unos de los primeros trabajos del genial Alex Ross como profesional.
Más allá de entrar en mayor o menor detalle en este multi-universo que Dark Horse recreó, desarrolló y sobre-explotó en muchos casos (por favor no os acerquéis a cosas como Terminator vs Predator vs Aliens ni a la infinidad de infumables crossovers que se han llegado a perpetrar sin gusto ni respeto) a Dark Horse se le debe reconocer el valor y la perseverancia en creer en lo que estaba haciendo, en luchar por mantener su lugar en una industria muy complicadamente difícil y no asustarse ante las grandes bestias editoriales siempre omnipresentes. Se le pueden achacar muchas críticas y errores e incluso cierta dejadez durante finales de los 90 y principios del nuevo siglo pero el coraje que tuvieron y las emociones que nos sirvieron en bandeja en una época mucho más encorsetada que la actual y donde no había internet para navegar y navegar y navegar es innegable. Joder si hasta publicaron un Aliens versus Predator cuando apenas nadie se había planteado que estos dos monstruos (en muchos sentidos) pudieran enfrentarse entre ellos y no nos olvidemos de esa pequeña joya de la que nadie recuerda su nombre llamada Robocop vs Terminator (). Nos encontramos en un caso donde el cine y el comic se retroalimentó el uno del otro sin llegar a colaborar de manera clara y explícita, en muchos casos desde las sombras donde finalmente los grandes beneficiarios fuimos una legión de lectores cinéfilos.
WAR FOR TERRITOTY
!!!!
Guiónistas: Mark Verheiden & John Arcudi
Dibujo: Mark A. Nelson & Chris Warner
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