Vivimos una época en la que cualquier cosa que puedas soñar puede convertirse en realidad gracias a la magia del cine. Es por eso, que muchos son los que se atreven con ambiciosos proyectos en un genero como la ciencia ficción, inversiones millonarias que muchas de ellas acaban siendo cintas donde la productora y el director suelen darse una buena hostia en taquilla. Ejemplos tenemos muchos: Valerian, Ghost in the Shell... películas que lo único que consiguen del espectador es indiferencia. ALITA: Battle Angel, puede parecer que va a seguir la misma estela, pero todo lo contrario.
La adaptación del anime creado por Yukito Kishiro paso por un tumurtuoso sinfín de retrasos, pero la realidad es que al final a conseguido ser un proyecto satisfactorio. ALITA: Battle Angel, es una trepidante puta locura de un par de horas de duración en donde se tarda bastante poco en entrar en el impresionante mundo de la prota. En lo visual, pocas cintas tan actrativas como esta habré visto, por lo menos en mi caso. Impresionantes son las imagenés digitales capaces de confundir la carne y el metal de una manera muy convincente.
Dirigida por Robert Rodriguez, es una película post apocalíptica de acción cyberpunk a saco. Rodriguez sabe moverse entre varios géneros como la acción, humor, ciencia ficción, drama... y eso compra todos los números para conseguir un proyecto de éxito. Obvio que la protagonista femenina es un punto seguro en los tiempos que corren, todo envuelto en un film de clase B con grandes innovaciones tecnologicas.
ALITA es un espectáculo para la vista tanto en 2D como en 3D, aquí es donde se sale de madre esta película, el hecho que se filmara en 3D nativo gracias a la reacción de fotografía de Bill Pape (Matrix). Todo en general, hace que sea muy difícil distinguir lo real de lo digital.
A mi realmente, los típicos clichés amorosos me sobran, sobretodo en una película de un nivel tecnológico tan brutal. Dejando aun lado el amor, ya solo el espectáculo visual merece mucho la pena...
DJ. Dog
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