AFTER EARTH (2013) USA [Columbia Pictures, Overbrook Entertainment, Blinding Edge Pictures]

Argumento

La humanidad ha tenido que abandonar la Tierra y ha conquistado un planeta hostil.
En esa conquista, un ranger llamado Cypher Raige se convirtió en un héroe gracias a su famosa fantasmación ante un ursa (monstruos creados por alienígenas para matar humanos).

En la actualidad, el comandante Raige y su hijo, en lo que parece una misión segura, viajan a otro planeta en una nave militar que transporta un ursa. Pero en el trayecto la nave sufre un revés y cae en un planeta Tierra deshabitado por el hombre hace mil años.
Recuperar la baliza de emergencia que se encuentra a unos cien kilómetros es el único recurso que les queda para salir de allí. Pero el comandante Raige está malherido y su hijo será quien tendrá que buscar la baliza con cuidado de que el ursa no le encuentre y atento a los peligros que encierra el planeta.



Crítica
Más receloso que atraído me convencí para ver After Earth después de dos intentonas en balde.
Unos cuantos meses después de su estreno y habiendo renunciado por completo a ella en el cine, conecté el disco duro a la televisión, me até de pies y manos al sofá y me dispuse, escéptico, a tragarme poco más de hora y media de padre e hijo Smith.

La película está basada en una historia de Will Smith (algo entendible después de verla), y está dirigida por M. Night Shyamalan (El Sexto Sentido, El Bosque, El Incidente, Airbender,…).

 
 
Nada más empezar el film, la voz en off de Kitai Raige (Jaden Smith, hijo de Will Smith) me hace pensar qué coño hago todavía sentado en el sofá vislumbrando lo que se me viene encima. Las malas sensaciones afloran nada más empezar, pero aguanto, todavía es pronto, y a pesar de que el principio no me convence del todo, hay unas cuantas escenas interesantes visualmente buenas y por eso le doy otra oportunidad, así que desisto en el intento de volver a quitarla por tercera vez.

Tras terminar el desaborido prólogo otorgado al pequeño Smith y para que no caiga en el sopor tan rápidamente, de repente, un incomprensible acento en el doblaje del examinador ranger que evalúa a Kitai y la consecuente charla entre ambos, me espabila con una hostia en toda la cara y me hace reaccionar de nuevo, bajándome de la nube a la que me estaba subiendo para notar otra vez el culo en el sofá.
 
Más atento ahora debido a mi estupor y temiendo a que un ursa (monstruos ciegos, de al menos dos metros y medio, más feos que el copón, con seis patas, que escupen lapos mortales y que matan humanos porque huelen el miedo pero que inexplicablemente a pesar de su ceguera no tropiezan con nada) aparezca y me coma, sale a escena el personaje de Will Smith; Cypher Raige, un comandante ranger, recto, impertérrito y autoritario. Aunque al principio se gana el beneficio de la duda, esta fuerte personalidad quedará ridiculizada por la insubordinación de su hijo, al que al parecer la disciplina ranger le ha enseñado a desobedecer las órdenes de un superior.
 
Cariño, estoy aquí, detrás de ti.
 
Dejando pasar la interpretación de Will Smith (más secundaria que principal), me gustaría parar un momento en su segunda aparición en pantalla, en la cual somos testigos de un sosísimo reencuentro familiar después de una misión del comandante; pues ni un besico a la parienta, sólo un abrazo y a volar. Eso sí que es mantener la compostura del personaje. Vale que sepa guardar su miedo, pero qué menos que un poco de alegría al volver a ver a la familia, ¿no?
Y ya que ha salido el tema de la mujer, para lo que pinta, la podían haber sacrificado y haberle dado a padre e hijo más fuerza ante la adversidad, además de que ellos solos van a llevar el film y ella apenas va a aparecer.

¿Estás cómodo?

Después del frío reencuentro familiar, el papi y el hijo viajan a no me acuerdo dónde, a hacer no me acuerdo qué, con el ursa que transportan en la nave (una nave avanzada de cojones, puesto que veremos asientos ultramodernos sin reposacabezas en los que si te echas una siesta sales con una tortícolis del copón, ridiculez que se multiplica cuando vemos al pequeño Smith en su asiento inconsciente bailando como un muñeco de trapo mientras la nave cae en picado dando vueltas y vueltas. "No os preocupéis, no os estoy contando nada relevante").
La nave sufrirá un contratiempo y la hará parar accidentalmente en la Tierra; un planeta Tierra en cuarentena que lleva mil años sin la presencia de la raza humana y que según el comandante Smith: “Todo lo que hay en este planeta ha evolucionado para matar a los humanos”. Frase que hace que me pregunte: ¿Acaso los animales salvajes hoy día no matan humanos? Que lo suelten cara a cara con un león a ver lo que pasa. Pero si por evolución se refiere a que los animales han evolucionado hasta parecer digitales, está en lo cierto, porque lo de matar humanos, no sé yo, más bien al revés, nada más ver el comportamiento del águila.

Hola, estaba esperándote. Soy una leona y he evolucionado para matarte.
 
Hasta llegar aquí pasa más o menos media hora de metraje y es entonces cuando el pequeño de los Smith toma las riendas en una aventura en la que se impone el aburrimiento, porque la historia en sí no engancha en ningún momento y finalmente resulta un tostón con unas cuantas gilipolleces más.

Pues eso, que dejando pasar el tiempo y dándole otra oportunidad a After Earth, al terminar de verla me dejó una sensación de pollada monumental, por culpa sobre todo de su historia, su desarrollo, sus incongruencias, sus gilipolleces, y la presencia del pequeño Smith como actor principal.
Como anillo al dedo le viene al film el término inventado de fantasmación, aunque para ser más precisos yo lo cambiaría por fantasmada.
(Debajo del tráiler sigo con un spoiler a partir de la llegada de la nave a la Tierra)

 



 

SPOILER (LA NAVE LLEGA A LA TIERRA)
 
La nave se estrella en la Tierra, y papi Smith, que despistado no estaba en su súper-asiento, sale malherido tras el hostión de la nave, aunque sobrevive junto a, ¡adivinad quién! ¿De entre cuantos tripulantes? Da igual, el tráiler ya avisa de los protagonistas que van a llevar el peso de la película.
Pues eso, que el mini Smith, al ser el único superviviente sano, tiene que recuperar la baliza de emergencia que hay en la cola de la nave, la cual se encuentra a unos cien kilómetros. El nene, que es un cagado de la hostia y que corre como el copón, tiene la responsabilidad en sus manos, en un planeta, según el comandante Smith: en el que los animales han evolucionado para matar al ser humano.

Pero el mini Smith quiere demostrarle a su padre que él lo vale, y tras desobedecer unas cuantas veces a la voz de la experiencia y la rectitud, es intoxicado por un parásito de tal manera que se le hincha la cara hasta parecerse a Carmen de Mairena (y en ese momento me imaginé la cabeza del pequeño Smith explotando y expandiendo sus sesos hasta alcanzar la pantalla, que en 3d quedaría más molón si cabe), pero el cabroncete sobrevive.
Papá, creo que me estoy transformando en algo raro
Después de la experiencia que casi le cuesta la vida, el comandante advierte de nuevo al cadete de que el planeta sufre un cambio de temperaturas drástico, y cada diez minutos la temperatura baja cinco grados. Ahí lo llevas. Pero por si esto fuera poco, los inhaladores de aire que mantienen vivo al chaval no son suficientes para llevar a cabo la misión. Aunque el nene, tirando de valor y geometría, y sin comer ni beber, tras cien kilómetros de caminata llega a completar su misión. Con dos cojones. Pero aquí no acaba todo y ahora queda lo verdaderamente difícil, porque el ursa está vivo y anda suelto por los alrededores.
¡Adelante fantasmación!
Aunque nuestro prota haya encontrado la baliza, no puede lanzarla al espacio porque no hay cobertura, así que tiene que buscar un punto más alto. Para qué buscarlo desde una montaña más segura habiendo por allí un volcán. Pues eso, a buscar cobertura desde lo alto del volcán.
¡Que no! ¡Que aquí no acaba el peligro! Pues el ursa anda por allí escondido esperando a que llegue el nene para comérselo, así que no tarda en oler su miedo y lo encuentra (el ursa es la hostia, no necesita inhaladores de aire como el mierda del niño).
Tras una pequeña batalla sin sentido, ursa hambriento-niño temeroso, el mini Smith cae inconsciente y en su inconsciencia vive una especie de revelación (y otra vez el puto flashback). De repente su miedo desaparece y se carga al ursa (vamos, que si se aparece un alien tiene cojones de matarlo con la mirada. ¡Aprended, marines!). 
Y se acabó la película. ¡Ala! Baliza de socorro enviada al espacio y familia Smith rescatada.
Moraleja: ¡Ah, pero también tiene moraleja! Pues ni lo sé ni me importa. ¿Será que sólo puedes acceder a la fantasmación si lees Moby Dick?
 
Nandy Puertollano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas Relacionadas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...