NOTA: Este
artículo contiene datos relevantes de la novela en cuestión, vamos que si te lo
vas a leer contiene datos relevantes de la trama, tú mismo MF.
Desde que descubrí la historia de
Enriqueta Martí en un corto pero
suculento reportaje en el programa Cuarto
Milenio de Iker Giménez empecé a
investigar sobre uno de los mitos más interesantes y por desgracia poco
conocidos de la Barcelona de principios del siglo XX. Para los que no lo sepáis
Enriqueta Martí era una mujer de muy
dudosa reputación que deambuló por la Barcelona post-industrial entre las zonas
más pobres y decadentes, como el Barrio
Chino (lo que hoy conocemos cono El
Raval) y los barrios más acomodados y pudientes de la ciudad (lease La Bonanova, Pedralbes o Sarrià).
Esta “señora”, conocida como La Vampira del carrer Ponent o La Vampira de Barcelona se dedicaba a
secuestrar a niñ@s o en el mejor de los casos comprarlos a sus desgraciadas
madres aprovechando la situación de extrema pobreza en la que se encontraba
gran parte de los habitantes de la hoy glamurosa y turística ciudad condal. Al mismo tiempo y como si
del Doctor Jeckyl y Mister Hyde se
tratase la señora Martí solía hacer
acto de presencia en los actos públicos y privados de la ciudad a los cuáles
solía comparecer gran parte de la burguesía bien estante y la aristocracia
catalana de la época, haciendo de puente entre estos dos mundos muy cercanos y
alejados entre sí al mismo tiempo. Enriqueta
tenía conocimiento de los deseos y necesidades de sus clientes adinerados y los
satisfacía mediante servicios sexuales muchas veces con menores y poniendo a su
disposición ungüentos y cremas milagrosas que obtenía mediante el asesinato de
algunas de sus víctimas y aprovechando sus conocimientos como curandera.Hay que decir todo lo comentado hasta el momento es real y que aunque no hay excesiva documentación existente algunos artículos periodísticos de la época dejan constancia de la consternación que provocó el caso antes, durante y después de que Enriqueta acabase cayendo en manos de la justicia. Lo interesante de todo es que Enriqueta servía pero otros compraban. El hecho de que a est@s client@s no les interesara ser descubiertos bajo ninguna circunstancia provocó la rápida muerte de Enriqueta pocos días después de ser encarcelada en la prisión de “Reina Amalia” en circunstancias más que dudosas. Aunque seguramente Enriqueta hubiera sido juzgada y condenada a muerte bajo el garrote bill algunas personas no quisieron esperar a que ella declarase ante el juez y prefirieron pagar a algunas sicarias para que acabasen con su vida antes de que ella pudiese poner en peligros sus reputaciones. Todos estos hechos se sitúan entre los años 1911-1913, coincidiendo cronológicamente con la noticia del hundimiento del Titánic. Éste hecho acaparó completamente la prensa de la época y eclipsó en su mayoría toda esta increíble, dura y escabrosa historia, la cuál siempre formará parte de la crónica negra de Barcelona.
En base a los hechos comentados
desde hace unos años han aparecido algunas novelas basadas en la historia de Enriqueta Martí, con diferentes grados
de veracidad y enfoques variados. En el caso de “La Mala Mujer” de Marc
Pastor nos encontramos ante una novela de ficción basada en hecho reales
aunque claramente novelizada para obtener una historia con un argumento claro,
conciso y auto conclusivo. La novela de Marc
Pastor nos presenta el lugar, los hechos y los personajes, siendo el
inspector Moisés Corvo el personaje
principal de la historia junto con un gran número de personajes secundarios que
le acompañan durante toda la novela. Personalmente creo que la prosa de Pastor es ligera, clara y concisa,
hecho que puede entenderse como positivo pero que deja demasiadas cosas a la
libre y personal imaginación del lector. Le falta detalle y se echan en falta
descripciones más claras y extensas tanto de los personajes como del ambiente
de Barcelona en la época, limitándose en muchos casos a realizar menciones
cortas y excesivamente acotadas. Por otro lado el personaje de Enriqueta queda relegado a un plano
secundario, casi anónimo. Tarda mucho en aparecer activamente y de no hay una descripción
psicológica detallada de una mente jodida pero especial.
La historia está bien
estructurada, los hechos se suceden de manera natural y con coherencia, aunque
el final se precipita con prisas, casi se desboca, obviando uno de los momentos
que creo podría haber sido uno de los mejores capítulos de la historia, la
entrada de Enriqueta a prisión
cuando es atrapada por la policía. Todo esto queda obviado y el lector
únicamente podrá tener acceso a este capítulo si investiga en internet dónde se
pueden encontrar algunos artículos interesantes relacionados con el tema. La
sensación que transmite el libro es que se ha dejado escapar una muy buena
oportunidad y no se ha llevado la historia hasta sus límites posibles. Por
poner un ejemplo Alan Moore en “From Hell” cogió un mito tan conocido
y trillado como Jack El Destripador
y planteó una historia con un enfoque fresco donde la aristocracia inglesa,
incluso la familia real, parecían poder estar involucradas en una trama oscura
y peligrosa que nos les dejaba en demasiado buen lugar.
En “La Mala Mujer” parte de la burguesía catalana no queda retratada y
está claro que los hechos narrados son realmente escabrosos y macabros, por lo
que parece que finalmente todo el mundo queda absuelto y libre de pecado. Estos
hechos son reales, ocurrieron en Barcelona
apenas cien años atrás, ¿quién mató realmente a Enriqueta Martí? ¿Quién y por qué reclamaron sus servicios como proxeneta
en fiestas y orgías con menores? ¿y las madres de estos niños, por qué no les
hicieron caso? Se comentaba que el alcalde de la época, Joaquim Sostre i Rei, hizo caso omiso de los rumores que corrían
por la zona en relación a numerosos secuestros de niños en los barrios más
pobres de la ciudad, ¿por qué?
Aunque la lectura de “La Mala Mujer” me ha proporcionado
algún buen momento de entretenimiento creo que por desgracia es una lectura
excesivamente ligera y superflua. Por suerte el tema ha propiciado más
literatura relacionada con estos hechos, como por ejemplo “Los diarios de Enriqueta Martí” de Pierrot, “El Misterio de la
Calle Poniente” de Fernando Gómez
o “El cielo bajo los pies” de Elsa Plaza. Es muy probable que próximamente
me anime a leer alguna de estas propuestas o por qué no me plantee buscar más
información sobre el tema y escribir yo mismo un relato sobre este gran
misterio catalán.
Raúl Alfaro
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