DESAFIO TOTAL VS TOTAL RECALL 2012


“PERDONA, ¿TÚ QUIÉN ERES?”

En 1990 se estrenó en las pantallas de nuestros cines de barrio un clásico indiscutible de la ciencia ficción, “Desafío Total”. La cara con expresión de enfado de Arnold Schwarzenegger en azul con un fondo negro era suficiente reclamo por aquel entonces para una audiencia no saturada de estrenos sin sentido y con ganas de caña. La película venía abalada por la dirección del holandés Paul Verhoeven quién había tenido un enorme éxito con su opera prima en Hollywood, “Robocop”. Todo el mundo esperaba acción, sangre, pocos diálogos pero muchas ostias… joder, la nueva de Warxanaguer. Por aquel entonces el austriaco Arnold Schwarzenegger ya era un “actor” consagrado del cine de acción y contaba en su haber con algunas perlas como “Conan el Bárbaro”. “Terminator”, “Commando”, “Perseguido” o “Depredador”.

Para mi sorpresa resultó que “Desafío Total” no sólo era portadora de adrenalina pura (que tenía y mucha) sino que además presentaba una historia original y con un alto contenido en suspense y giros de guión, y es que la base de Desafío Total fue el relato corto “Podemos recordarlo por usted al por mayor” de una de las mentes más lúcidas, sorprendentes e interesantes de la ciencia ficción del siglo XX, Philip K. Dick. Han sido muchos los relatos del difunto Dick que se han re-intepretado en la pantalla grande, con mayor y menor fortuna. “Minority Report”, “A Scanner Darkly” o la imprescindible “Blade Runner” son algunos ejemplos. Directores de la talla de Ridley Scott, Steven Spielberg o el propio Verhoeven se han sentido atraídos por la narrativa psicodélica, extraña y paranormal de Dick. El conjunto de su obra muestra un encanto por los futuros imperfectos, ásperos, sucios…, cyberpunk puro y duro, posibles distopías Michael Ironside engendradas por los errores cometidos en nuestro mundo actual, donde el abuso y la excesiva confianza en el todo se vale han dejado un panorama absurdo y caótico para nuestros nietos. Los cambios de dimensión, el uso y abuso de drogas y estupefacientes, la mente como un simple acumulador de datos, trastornos de personalidad, personajes esquizofrénicos… esto y mucho más es Philip K. Dick.

En 1990 “Desafío Total” se presentó como la película con mayor presupuesto hasta el momento en Hollywood y recibió como recompensa el Oscar a los mejores efectos especiales sin competencia alguna. El uso de éstos a gran escala es espectacular, el maquillaje, los escenarios, la recreación de Marte… todo roza la perfección e incluso hoy en día no ha perdido un ápice de calidad. Por otro lado el bueno de Arnold contó con una consorte de actores más que buena; una novata pero increíble Sharon Stone, que todavía no era un mito erótico del cine moderno y que nos guardaba un increíble cruce de piernas en Instinto Básico, un consagrado (sabes quién es pero no te acuerdas), Ronny Cox entre otros. Verhoeven, el cuál fue reclamado a la productora por Schwarzy se llevó con él parte del elenco con el que trabajó en “Robocop” y los resultados fueron realmente buenos. Como cualquier buena película de acción del holandés “Desafio Total” está cargada de disparos, sangre y mucha, muchísima acción. Entre estas escenas de sang i fetge se va desarrollando una trama de suspense, traiciones y conspiraciones paranoicas que desde el principio atrapa y te deja perplejo mientras se va desmenuzando el ovillo de lana hasta llegar a un final apoteósico a gran escala (quizás demasiado magna) y un final más que feliz. A toda esta amalgama visual le acompañó una de las bandas sonoras más recordadas y usadas en televisión (concretamente en los partidos del Canal +) de todos los tiempos. El resultado, todo un clásico moderno.

Varios han sido los intentos de recuperar la trama durante los últimos años por parte de varias productoras en eso que algunos llaman remake y que yo suelo denominar “producto por escasez de ideas”. Cuando tuve noticias sobre una nueva producción titulada Total Recall protagonizada por Colin “Bullseye” Farrell se apoderó de mi ser una extraña sensación de perplejidad y temor. Perplejidad porque me parecía muy complicado ni siquiera acercarse a la película original y temor por intuir que iban a destrozar una gran historia. Por fin he podido reunir el valor suficiente para ver esta nueva producción y puedo afirmar que tampoco esta tan mal. Vamos por partes. Personalmente creo que por el hecho de ser conocedor de la trama gran parte (casi todo) del encanto de la historia se pierde completamente. El ejercicio de visualizar la cinta queda reducido a disfrutar de unos efectos especiales y un desarrollo técnico de calidad y un ejercicio estético y pirotécnico bastante bueno aunque no sorprendente.

A nivel de escenarios hay que reconocer que la representación de las urbes es increíble, a gran escala me ha recordado a “Juez Dredd” (la de Stallone) pero mucho más pulida y en distancia cortas a Blade Runner, la buena. La atmosfera es mucho más áspera y sucia que en la original, la cuál era demasiado limpia y virginal. En este sentido creo que se ha sido más fiel al espíritu cyberpunk de Dick. Los efectos tienen una factura técnica muy buena, aunque en algunas escenas la presencia de digitalizaciones y elementos 3ds es excesivo, parece la presentación de un videojuego. La trama es rápida, directa y no tiene parangón, se echan en falta más escenas de diálogo y sobre todo Marte y los grupos terroristas de la zona. ¿Dónde está Kuato? Si, si el engendro que sale del estómago del líder terrorista marciano que se parece a Jordi Pujol, president. Si en la cinta de 1990 la mujer de Quaid-enaguer, la rubia Stone, tiene un papel secundario en la versión 2012 es el tercer elemento de un triángulo amoroso que no deja de perseguirse durante más de una hora con ganas de hacerse mucha pupita. Un auténtico trío de odio puro pero sin ese juego tan cachondo de rubia contra morena de la cinta de Verhoeven. Esto acaba convirtiendo a la nueva propuesta en una entretenida y simplemente divertida peli de fin de semana (mejor por la tarde, para las noches programaros cosas más serias). Lo mejor para los nostálgicos son algunos guiños como por ejemplo la señora en el arco de seguridad  o el comentario de Farrell al principio diciendo que le encantaría ir a Marte.
 

De nuevo, y que conste que no es sólo la nostalgia lo que mueve, la versión clásico supera con creces al remake. Personajes poco profundos, una trama más que conocida, sin nuevas sorpresas y demasiada acción sin sentido dejan a “Total Recall” como una película más de ciencia ficción. No es un bodrio ni una muy mala película pero no tiene personalidad propia, es un producto más en un momento donde hay demasiadas ganas de ganar dinero fácilmente y pocas de esforzarse por sorprender o arriesgarse. Quizás para las nuevas generaciones “Total Recall” sea visualmente más atractiva y fácil de digerir que la versión de los 90’s pero sin lugar a dudas los buenos consumidores de cine (sea o no de ciencia ficción) preferirán volver a ver al bueno de Schwarzy.
 
Raül Alfaro
 

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