Guión: Geoff Johns
Dibujo: Jim Lee
NOTA: Este artículo contiene algunos aunque pocos datos relevantes
del comic en cuestión, tú mismo MF.
Debo reconocer que siempre me ha costado un poco arrancarme con los personajes de DC pero aprovechando todo el jaleo que se ha organizado con el “supuesto” nuevo inicio de todas sus series, unas con más suerte y lógica que otras, ya llevo unos días (mejor semanas) recopilando y leyendo (con más o menos ánimo) algunas de sus nuevas series. Como ya comenté en el artículo de Batman_La Noche de los Buhos siempre me han dado cierto reparo estos anuncios de “todo nuevo, todo bueno, todo mejor…” y aunque en algunos casos suele ser así (los menos seamos sinceros) en la mayoría no dejan de ser cortinas de humo que sirven para esconder operaciones de marketing con la intención de mejorar las ventas de sus colecciones.
En este caso DC ha aprovechado para eliminar algunas “perlas” de las estanterías de las librerías especializadas (lease Booster Gold, Power Girl, JSA…) y en otras intentar remontar las ventas con cambios de equipos creativos, intentando mantener cierta coherencia argumental (caso de Batman y Robin o Batman Inc, sálvese quien pueda) o reseteando y vendiendo nuevas e increíbles aventuras de los héroes de “siempre” (Batman, Superman, Flash o la que nos ocupa, La Liga de la Justicia).
¿Qué vamos a encontrarnos al coger el primer número (y los cinco siguiente) de esta saga titulada como Origen de la “nueva” Liga de la Justicia? Para empezar analicemos ligera y alegremente al equipo creativo de la colección. En el apartado del guión nos encontramos con el ya veterano Geoff Johns, un tipo ya consagrado en este mundo de los tíos en elásticos y las mujeres con pechos imposibles tanto en DC Comics como en Marvel. En el caso de DC ha sido una figura destacada en sagas como FlashPoint, El Día más Brillante o la previa Noche más Oscura las cuales acabaron desencadenando esta The New 52. Sinceramente jamás he sido un gran seguidor ni admirador de su obra aunque debo reconocer que si ha estado presente y sigue estándolo en gran número de colecciones de DC por algo será. La parte gráfica es otro historia, aquí nos encontramos en manos de el gran-único-increíble y para algunos imprescindible Jim (soy el mejor dibujando posturitas detalladas) Lee. Siempre he sido un gran seguidor (que no admirador) del trabajo de este artista americano de origen coreano. Desde sus inicios en Alpha Flight (con más pena que gloria), su buen trabajo en Punisher War Journal junto a Carl Potts, su explosión artística en Uncanny X-Men y esa colección que se vendió como churros con la cabecera de X-Men donde el dibujo de Lee alcanzó cotas de obra maestra. Por diversas discrepancias con Marvel (muchas veces avariciosa con sus derechos sobre los personajes y poco generosa con sus trabajadores) Lee abandonó la editorial a mediados de los 90’s para formar junto con otros mercenarios como Marc Silvestri, Todd McFarlane, Rob Liefield, Erik Larsen, While Portacio y otros más la editorial Image.
Positivo: creo que como artistas hicieron lo mejor que podían hacer lanzándose al mercado independiente con un par de cojones. Negativo: durante los siguientes años y exceptuando pocos casos (como The Maxx) se dedicaron a crear personajes e historias vacías de contenido donde los único importante era dibujar viñetas gigantes a doble página con personajes hormonados hasta la saciedad y menos contenido que un discurso de Mariano Rajoy sobre la recuperación económica de EspaÑÑÑa. Tal fue el éxito de esta editorial a nivel económico que los fundadores crearon auténticas fábricas de dibujantes clónicos y se dedicaron a funciones de gerencia y marketing (dibujar quema las pestañas y si no que le pregunten a Romita Jr). Años después, debido a la compra de Image por parte de DC, Lee volvió a coger los lápices realizando diferentes trabajos hasta llegar a la nueva colección de la Liga de la Justicia. Después de haber leído los primeros seis números de la serie debo reconocer que las pocas expectativas que tenía antes de empezar la aventura se han acabado confirmando, o a lo mejor es que no he sabido ver más allá de mi nariz. El guión no presenta ninguna novedad o sorpresa, todo la historia se reduce a ir presentando a los personajes de siempre con poca gracia y maestría (insoportable el dúo humorístico de Green Lantern y Flash que nada tiene que ver con aquel dúo magnífico formado por Booster Gold y Blue Beetle) y el supuesto romance entre Superman y Wonder Woman (Supreme Power?) que parece se acabará desarrollando en las siguientes sagas. Un guión que no es lento pero que tampoco supone nada nuevo o que motive invertir tiempo en la colección. El dibujo es de calidad, quitársela a Jim Lee sería ofensivo pero a pesar de estar mucho más contenido que en su época splah-pages en Image el posturismo y recargo a veces gratuito de los encuadres es excesivo. Vamos que la historia y las páginas avanzan y avanzan y la sensación de que la carne se va haciendo bola dentro de la boca y cuesta ingerirla no deja de estar presente.
Debo reconocer que siempre me ha costado un poco arrancarme con los personajes de DC pero aprovechando todo el jaleo que se ha organizado con el “supuesto” nuevo inicio de todas sus series, unas con más suerte y lógica que otras, ya llevo unos días (mejor semanas) recopilando y leyendo (con más o menos ánimo) algunas de sus nuevas series. Como ya comenté en el artículo de Batman_La Noche de los Buhos siempre me han dado cierto reparo estos anuncios de “todo nuevo, todo bueno, todo mejor…” y aunque en algunos casos suele ser así (los menos seamos sinceros) en la mayoría no dejan de ser cortinas de humo que sirven para esconder operaciones de marketing con la intención de mejorar las ventas de sus colecciones.
En este caso DC ha aprovechado para eliminar algunas “perlas” de las estanterías de las librerías especializadas (lease Booster Gold, Power Girl, JSA…) y en otras intentar remontar las ventas con cambios de equipos creativos, intentando mantener cierta coherencia argumental (caso de Batman y Robin o Batman Inc, sálvese quien pueda) o reseteando y vendiendo nuevas e increíbles aventuras de los héroes de “siempre” (Batman, Superman, Flash o la que nos ocupa, La Liga de la Justicia).
¿Qué vamos a encontrarnos al coger el primer número (y los cinco siguiente) de esta saga titulada como Origen de la “nueva” Liga de la Justicia? Para empezar analicemos ligera y alegremente al equipo creativo de la colección. En el apartado del guión nos encontramos con el ya veterano Geoff Johns, un tipo ya consagrado en este mundo de los tíos en elásticos y las mujeres con pechos imposibles tanto en DC Comics como en Marvel. En el caso de DC ha sido una figura destacada en sagas como FlashPoint, El Día más Brillante o la previa Noche más Oscura las cuales acabaron desencadenando esta The New 52. Sinceramente jamás he sido un gran seguidor ni admirador de su obra aunque debo reconocer que si ha estado presente y sigue estándolo en gran número de colecciones de DC por algo será. La parte gráfica es otro historia, aquí nos encontramos en manos de el gran-único-increíble y para algunos imprescindible Jim (soy el mejor dibujando posturitas detalladas) Lee. Siempre he sido un gran seguidor (que no admirador) del trabajo de este artista americano de origen coreano. Desde sus inicios en Alpha Flight (con más pena que gloria), su buen trabajo en Punisher War Journal junto a Carl Potts, su explosión artística en Uncanny X-Men y esa colección que se vendió como churros con la cabecera de X-Men donde el dibujo de Lee alcanzó cotas de obra maestra. Por diversas discrepancias con Marvel (muchas veces avariciosa con sus derechos sobre los personajes y poco generosa con sus trabajadores) Lee abandonó la editorial a mediados de los 90’s para formar junto con otros mercenarios como Marc Silvestri, Todd McFarlane, Rob Liefield, Erik Larsen, While Portacio y otros más la editorial Image.
Positivo: creo que como artistas hicieron lo mejor que podían hacer lanzándose al mercado independiente con un par de cojones. Negativo: durante los siguientes años y exceptuando pocos casos (como The Maxx) se dedicaron a crear personajes e historias vacías de contenido donde los único importante era dibujar viñetas gigantes a doble página con personajes hormonados hasta la saciedad y menos contenido que un discurso de Mariano Rajoy sobre la recuperación económica de EspaÑÑÑa. Tal fue el éxito de esta editorial a nivel económico que los fundadores crearon auténticas fábricas de dibujantes clónicos y se dedicaron a funciones de gerencia y marketing (dibujar quema las pestañas y si no que le pregunten a Romita Jr). Años después, debido a la compra de Image por parte de DC, Lee volvió a coger los lápices realizando diferentes trabajos hasta llegar a la nueva colección de la Liga de la Justicia. Después de haber leído los primeros seis números de la serie debo reconocer que las pocas expectativas que tenía antes de empezar la aventura se han acabado confirmando, o a lo mejor es que no he sabido ver más allá de mi nariz. El guión no presenta ninguna novedad o sorpresa, todo la historia se reduce a ir presentando a los personajes de siempre con poca gracia y maestría (insoportable el dúo humorístico de Green Lantern y Flash que nada tiene que ver con aquel dúo magnífico formado por Booster Gold y Blue Beetle) y el supuesto romance entre Superman y Wonder Woman (Supreme Power?) que parece se acabará desarrollando en las siguientes sagas. Un guión que no es lento pero que tampoco supone nada nuevo o que motive invertir tiempo en la colección. El dibujo es de calidad, quitársela a Jim Lee sería ofensivo pero a pesar de estar mucho más contenido que en su época splah-pages en Image el posturismo y recargo a veces gratuito de los encuadres es excesivo. Vamos que la historia y las páginas avanzan y avanzan y la sensación de que la carne se va haciendo bola dentro de la boca y cuesta ingerirla no deja de estar presente.
Links; http://www.dccomics.com/ Raúl Alfaro
http://www.eccediciones.com/
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