Ya parecía raro que la devoradora del remake indiscriminado que actualmente impera en Hollywood, como si de golpe las musas de la creatividad se hubieran tomado unas vacaciones de las mentes de los guionistas, no alcanzara a uno de los clásicos indiscutibles del cine de terror y ciencia ficción de los ochenta, La Cosa de John Carpenter. Este a su vez era un remake de la película producida por Howard Hawks (y que presuntamente dirigió en su mayor parte), El Enigma De Otro Mundo, ambas adaptaciones del relato original de John W. Campbell.
El hecho de que en 1982 la Universal se lanzara a adaptar un clásico de la ciencia ficción de los cincuenta vino motivado por el éxito que previamente tuvo el que es sin duda uno los paradigmas para entender el genero en su época moderna, Alien de Ridley Scott. El resultado se convirtió en uno de los mejores trabajos de su director, lo cual no impidió que, como la mayoría de producciones que realizó Carpenter para grandes estudios este se convirtió en un sonoro fracaso. A pesar de todo, su indiscutible calidad le hizo ganarse el status de “película de culto”, siendo sin duda una de las pocas con extraterrestre asesino de por medio capaz de aguantar la comparación con el film de Scott, (a Depredador habría que enfrentarla directamente con Aliens, de hecho ambas coinciden en dar mas presencia a la acción que al suspense y el terror.)
Desde hacía tiempo se barajaba la posibilidad de realizar una secuela, dirigida de nuevo por Carpenter, de hecho hasta hace bien poco aún se sopesaba (y se sigue sopesando) el realizarla. Sería curioso ver como tenía/tiene pensado la continuación de la historia por que precisamente en los audiocomentarios del DVD de “Golpe En La Pequeña China”, el director, acompañado de Kurt Russell, protagonista de ambas películas, comentan el final que tenia pensado rodar para La Cosa, y que el estudio al final no aceptó, y en el que mostraba en que estado se encontraban un equipo de rescate a Childs y McReady.
Tras el cambio de opinión de la productora se hizo el anuncio de un posible remake, al final convertido en una precuela, pese a que al principio, por la pinta de los trailers seguía teniendo tufo a remake. Así que argumentalmente esta nueva cinta nos introduce en los sucesos ocurridos en el campamento noruego antes del comienzo del film original. Puesta en manos del director holandés Matthijs Van Heijningen, cuyo próximo proyecto será rodar la secuela de “Amanecer De Los Muertos”, se nota que por lo menos ha mantenido un total respeto por su referente. De hecho apenas se aparta del esquema argumental, compartiendo muchos puntos en común con la anterior película.
Así, conocemos de primera mano lo que pudimos intuir cuando McReady y el Dr. Cooper estuvieron investigando lo ocurrido en la base noruega. Detalles como el bloque de hielo donde se encontraba el extraterrestre, el hacha clavada en la pared, el cadáver de uno de los noruegos que aparentemente se había suicidado y los restos que de uno de los monstruos que posteriormente se llevan a la base americana que aquí podemos ver detallados durante el desarrollo de la historia sirven para conectar ambas películas, difiriendo en la forma de explicar como desenterraron el ovni, distinta a como mostraba la cinta de video que McReady y compañía encontraron.
Por suerte el respeto por la anterior película se mantiene hasta en la dirección, pasando por completo del estilo videoclipero y embrollado del cine actual, tratando de mantener la agobiante atmósfera de suspense y desconfianza, manteniendo un ritmo pausado solo roto por la aparición de la criatura, donde se pasa a un montaje más acelerado. Y es hay donde comparando ambas películas la actual empieza a palidecer frente a la del 82. De los efectos artesanales de Rob Bottín, a los efectos generados por ordenador que hacen que se pierda la sensación de amenaza más real que se podía sentir en los ochenta. Aunque los efectos digitales están logrados, expandiendo las formas que puede reproducir la criatura, no consiguen transmitir esa repulsión que se transmitía antaño. Otro punto en contra es quizás que, tanto los noruegos, como los americanos metidos con calzador con Mary Elizabeth Winstead al frente, no están tan definidos como el reparto de la original. Algunos son victimas del bodycount sin haber dicho tres frases, otros aparecen, desaparecen y vuelven a aparecer a conveniencia del guión, no se consigue la misma tensión en la prueba para ver quién es un extraterrestre como en la mítica prueba de la sangre de la anterior.
Pese a todo mantiene el tipo, con buenos momentos, aunque perdiéndose bastante en el climax final que transcurre dentro de la nave extraterrestre, e insertando una forma de conectar el final de una para enganchar con el comienzo de otra algo cogida de los pelos. Aunque se agradece ese guiño a la partitura de Ennio Morricone para acompañar la mítica persecución del helicóptero sobre el perro.
Olvidándonos por completo del film de Carpenter lo cierto es que la versión del 2011 de La Cosa es una buena película en su género. Por lo menos trata de respetar la anterior historia aunque quizás su mayor problema es tener que aguantar la comparación con uno de los grandes clásicos de la ciencia ficción y el terror.
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