Todos los años en época estival las salas de cine
suelen sufrir una caída en las ventas de entradas más pronunciadas que en otras
épocas del año, pero como las productoras no son ajenas a este hecho, suelen
remediar este problema ofreciendo la típica superproducción de turno con muchos
efectos especiales y poco más, echas a medida para un amplio número de espectadores.
Este año nos toca una de tiburones, “Megalodón”,
donde un tiburón prehistórico de más de 20 metros tiene los santos cojones de
querer merendarse al “pacifico” de Jason Statham…
Un submarino que trabaja para un programa
internacional en la fosa más profunda del océano pacifico, sufren una avería
quedando la tripulación atrapada en su interior. Para solucionar este problema
se decide llamar al especialista en rescates en las profundidades, Jonas Taylor
(Jason Statham), un alcohólico que además de tener que enfrentarse a sus
demonios del pasado se enfrentara a una bestia que ya no debería existir. Y con
esta trama, muy SYFY toda ella, pero con
unos efectos especiales más dignos, da comienzo esta historia.
Megalodón,
pretende seguir la estela de las grandes producciones sobre tiburones y otros
animales marítimos devoradores de bañistas, donde “Tiburon” de Spielberg se corona como la reina de todas. La sorpresa
que añade esta película que la diferencia de las demás, es que como
protagonista absoluto nos encontramos a un actor curtido en películas de ostias
a todo trapo, Jason Statham. El actor inglés deja en un muy segundo plano a
todo el reparto de esta película incluso al tiburón, aunque también es cierto
que se lo han dejado bastante fácil. Un reparto con la mitad de actores
orientales y la otra yanqui, para contentar a la audiencia, deben enfrentarse a
un tiburón bestial y a la bestial sombra que ejerce sobre ellos el bueno de Statham. Tenemos a una familia de origen oriental compuesta
por una niña su madre y su abuelo, todos científicos (menos la niña). Cada uno
de los miembros de esta familia cumple con los tópicos de esta clase de películas,
con el abuelo teniendo un trágico final (hay va spoiler), con la madre siendo
el nuevo amor del prota y con una niña repelente a la cual deseas que el
Megalodón se la coma de una puta vez….
En el reparto que queda destacaría al actor Cliff
Curtis (10000 a.c., Colombiana…) que
el pobre pasa por esta historia sin pena ni gloria debiendo esperar una mejor
oportunidad en la segunda parte de Avatar.
También destacaría a la actriz Ruby
Rose (futura Batwoman), pero solo la nombro para que sepáis que ha participado
en esta película ya que su personaje tiene menos carisma que una lata de atún.
Jon Turteltaub, director de la película, nos ofrece
todos y cada uno de los clichés que tienen que tener una “Blockbuster” en toda
regla. Muchos efectos, mucha tensión absurda y un guion de nivel bajo.
Turteltaub no da rienda suelta a la imaginación ni a correr ningún riesgo con esta película,
solo nos regala algunos buenos momentos para destacar. El director se aprovecha más o menos
bien del monstruo que le han asignado, con la escena en la que el tiburón nada
bajo el agua de unas playas infectadas de bañistas, como lo mejor de toda la película.
Atascandose en un mismo personaje, Statham intenta cambiar el rumbo de su carrera, llena de películas de segunda pero con
gran éxito entre el público que quiere ver muchas ostias y ya está. Sus últimos
papeles en grandes producciones de Hollywood dan ese síntoma, aunque se rumorea
que el actor tras ver la película se decepcionó por no haber la suficiente
sangre y viseras, la costumbre…
Megalodón tiene
la espectacularidad de una superproducción de este tamaño, con algún momento
para el humor negro y con la gran baza en tener a Jason Statham como gran
reclamo para el público, pero la verdad es que el resultado a mí no me convence
del todo, para mí, carece de lo que tanto prometía en todos los sentidos. Aprobado
raspado, ya que a pesar de entretener, que al fin y al cabo para eso está hecha,
me dejo con la sensación de faltarle algo que como vuelvo a decir, prometía mucho.
J.Arcos.
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