Dissonant Area: IN TIME (USA) 2011 (Regency Enterprises, New Regency Pictures, Strike Entertainment)

Argumento.

La vida de las personas depende del tiempo que tengan en su poder.
La comida ya no se paga con dinero, ni el trabajo, ni nada, porque todo se paga con tiempo. El tiempo es dinero. El tiempo es oro. El tiempo es vida.
Las personas han sido manipuladas genéticamente, ahora nacen con un reloj en el antebrazo y cuando llegan a los veinticinco años ya no envejecen más. Pero a partir de ahí sus vidas pasan a una rápida cuenta atrás hacia la muerte, y es entonces cuando tienen que conseguir tiempo para seguir viviendo. El tiempo es la única moneda de cambio.

Will Salas es un trabajador humilde que lucha por su vida y por su tiempo todos los días. Una noche, Will conocerá a un hombre que posee siglos, un hombre que ha llegado de una zona rica, donde las personas viven eternamente a costa del tiempo de muchos pobres. Este encuentro y un acontecimiento funesto, harán que Will intente por todos los medios arruinar el mundo de los ricos.

Reseña.

Bueno, bueno, bueno. Cierto recelo apareció en mi interior cuando salió esta película en las salas de cine de nuestro país hace ya algún tiempo, y no por el argumento, la idea o el asunto que trataba, pues fue esta una de las pocas cosas que activó mi atención hacia ella, mejor dicho la única cosa: una película de ciencia ficción que nos ofrecía el tiempo/vida como moneda de cambio y/o subsistencia en lugar del dinero. Es verdad que despertó cierto interés en mi jodida persona este tema y el jugo y el juego que podría ofrecer, pero el trailer me echaba pa trás debido sobre todo a sus protagonistas. No sé, ya sabéis, estamos llenos de prejuicios.

(E igual que esta mierda un largo etcétera)

Pues bien, después de un tiempo ya he podido verla, y mi opinión sobre lo visto no ha sido muy gratificante que digamos. Sabía que no era una porno, así que no me iba a vaciar viéndola. Esto estaba claro, pero como anteriormente he dicho, el tema que trata invita a ilusiones cinéfilas dentro de su género.
Todo empieza más o menos bien, nos explica por encima el meollo de la cuestión: el tiempo y la vida. Nos ofrece un buen ejemplo sobre el parón del envejecimiento (la madre y el hijo, el trío de más abajo, etc.) y la visión sobre la apariencia o lo aparente (sello de identidad de Andrew Niccol). Y seguidamente nos mete de lleno en el entretenimiento. Porque al final In Time sólo es eso, puro entretenimiento. Unas cuantas buenas escenas, un par de reflexiones y se acabó, todo lo demás es acción y persecuciones.

Andrew Niccol (director) no se rompe mucho la cabeza, como tampoco lo hiciera en sus anteriores trabajos, o por lo menos los que yo he visto, que son Gattaca (director y guionista) y El Show de Truman (guionista, ¿con la ayuda de Tiempo Desarticulado, novela de Philip K.Dick?), pero la gran pequeña diferencia que hay entre In Time y estas otras dos grandes películas, es que Niccol, siendo más simple con Gattaca y El Show de Truman, consiguió llegar al espectador mucho más hondo. Conste que no estoy menospreciando la simpleza, por simple quiero decir directo, sencillo y firme, puro, inmaculado, sin complicaciones. En In Time, Niccol nos ofrece una historia futurista más compleja, quizás también más comercial, pero más compleja, y a su vez más llena de incongruencias y confusiones, creadas más por el film que por la tontura del espectador. Spoiler: O si no, cómo se explica que un policía (o guardián del tiempo más concretamente) reciba su tiempo de vida a través del coche sin identificación alguna. O cómo se puede dar lugar a que puedan morir agentes de la ley por falta de tiempo en una persecución. O por qué no hay en el film un caos total o asesinatos por conseguir tiempo para sobrevivir, viendo sobre todo la forma con la que se transfieren el tiempo las personas. Pues nada de esto, sólo unos ladrones de pacotilla que intentan imponer miedo a su paso pero que luego a la hora de la verdad, como en tantas otras películas de acción, son abatidos por un solo hombre. Fin de spoiler. Todo esto y más, hacen que la película pierda seriedad y que al final se asemeje mucho más a un Crepúsculo que a un Blade Runner. Lástima.

Cillian Murphy me sigue sorprendiendo. Bueno, no nos engañemos, ya no sorprende tanto, simplemente complace con todos sus trabajos. Todo lo contrario que Justin Timberlake, que deja mucho que desear aunque no lo haga mal del todo el chavalote, a pesar de esto, prefiero verlo en una película que en un escenario, ¡sin lugar a dudas!
Y Amanda Seyfried pasa con tacones por la película, vamos, que de a pies puntillas nada, ¿comorrr? Pues que se tira toda la película con tacones yendo de arriba para abajo, hasta se la ve corriendo con tacones con una habilidad y desparpajo del copón, ¡explíquenme señoras y señoritas! ¿Cómo cojones se quejan ustedes tanto por llevar tacones durante una noche? Tomen ejemplo de Amanda Seyfried o de su personaje. Tomen ejemplo de su resistencia y habilidad atlética o cómprense calzado como el de la prota, coño.
Pues eso, que Amanda Seyfried aporta su habilidad atlética, una escenita en sujetador, sus ojazos, y poco más, es más apariencia que otra cosa. ¿Lo habrá hecho a conciencia Niccol?

Lo que parecía una buena película de ciencia ficción, gracias sobre todo a su idea, se convierte en un simple pasatiempos después de su visionado (¿simple? ¡Simplón!). Todos los símiles que se le puedan sacar con la realidad, como la crisis financiera, la bolsa de Wall Street, la diferencia de clases, el valor del tiempo, la muerte, etc…, se ven eclipsados debido al protagonismo insulso y empachoso de la pareja protagonista y a su persecución.
Lo que aparentaba ser un film futurista ético-filosófico o una crítica socioeconómica profunda, resulta otra película de acción futurista de persecuciones (La Isla, ¿La Fuga de Logan?). Persecuciones y acción en un mundo futuro, con chico que se enamora de chica o viceversa y que para más inri no sólo intentan ellos dos solos acabar con el sistema de los ricos sino que además intentan ayudar a los pobres. Vamos, lo que viene siendo una mezcla futurista de Bonnie & Clyde con Robin Hood.