Tras los sucesos de la primera parte acontecidos en el planeta Arrakis, el joven Paul Atreides se une a la tribu de los Fremen y comienza un viaje espiritual y marcial para convertirse en mesías, mientras intenta evitar el horrible pero inevitable futuro que ha presenciado: una guerra santa en su nombre, que se extiende por todo el universo conocido...
Esta segunda entrega de 'Dune' empieza allí donde termina la primera, en las dunas del planeta Arrakis. Villeneuve vuelve a incidir en las creencias sobre profecías y mesías, el culto al líder en definitiva. Todos los personajes repiten en esta película con justa evolución, también se presentan otros personajes revelantes que no habían tenido sitio en la primera película. Con todos ellos el director ha conseguido atar varias situaciones en una sola trama principal con diversos protagonistas.
Más allá de algún problema de narración y fluidez que para mi tiene esta segunda parte, cumple con lo que se espera de ella en cuanto a tensión y espectacularidad. Para mi las más de dos horas y media de la primera mitad de la película es la parte que más me ha gustado, parte concentrada en combates en pleno desierto. Lo que menos me ha gustado es la transcisión de secuencias tan bruscas y poco efectivas, pareciendo que se han dejado escenas en el camino.
Para mi la película se hace más actrativa para el espectador cuando coge elementos muy parecidos o similares ha clásicos del cine y televisión como 'Star Wars' o 'La casa del Dragón'. Aunque se sabe que es complicado llevar a la pantalla la fantastica obra de Frank Herbet incluso para Villeneuve, pero el exito de estas adaptaciones van hacer inevitable una tercera entrega. Película que si se hace, no voy a dudar en verla de nuevo en el cine que es donde mejor se disfruta esta 'Dune'...
Samuel Romero Morales.
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