Simply the best
Warning:
contiene SPOILER, ¿y qué?
Hacía mucho tiempo
que una serie no me dejaba la sensación de vacío y añoro que aún perdura en mi
persona después de haber visto el final de la mejor serie de los últimos años y
posiblemente de la historia de la televisión moderna, breaking bad. Sólo “A dos
metros bajo tierra” y la cuarta temporada de “Sons of Anarchy”pueden acercarse a bastante distancia a las
andanzas de Walter White y Jesse Pinkman.
Situémonos.
Walter White es un profesor de química de secundaria al cual le diagnostican un
cáncer de pulmón inoperable semanas antes de que su esposa, Skyler White, vaya
a dar a luz a una hermosa niña. Recordemos que en Esta(m)os Unidos la medicina
no es gratuita por lo que en el momento que al bueno de W.W le diagnostican su
enfermedad se da cuenta de que con el sueldo de profesor de instituto no va a
poder subsanar los gastos derivados del tratamiento que debería seguir. Skyler,
la mujer que podría jugar al baloncesto profesional, se plantea volver a
trabajar como agente de administración en su antigua empresa mientras su hijo
mayor, Warter Junior o Flynn como a él le gusta que le llamen, abre una web de
donaciones para poder acumular algo de dinero y así ayudar a su padre. Al mismo
tiempo White entra en contacto, fortuitamente, con un ex alumno destinado al
fracaso llamado Jesse Pinkman el cual desde hace un tiempo se dedica a cocinar
metanfetamina una posible solución a sus problemas económicos y sin comerlo ni
beberlo se dispone a preparar la primera
de infinidad de hornadas en la destartalada caravana de Pikman en el desierto a
las afueras de Alburquerque (New México) donde nadie podrá molestarles mientras
preparan su maravillosa y alucinante medicina.
Poco a poco
esta actividad se acaba convirtiendo en el único sustento de Walter y Jesse con
unas ganancias exponencialmente superiores a lo que esperaban e incluso
necesitaba Walter para pagar las quimioterapias y demás. Claro está que en este
negocio se ven obligados a entrar en contacto con personajes de dudosa reputación
realmente peligrosos y alejados del modo
de vida original de Walter. Por otro lado hay que tener en cuenta el hecho de
que la hermana de Skiler está casada con Hank Schrader, un agente de la DEA (departamento anti-drogas
estadounidense) que completa el elenco principal de la obra. Ya lo tenemos
todo, un hombre enfermo que busca esperanza con desespero, una mujer embarazada
que en principio permanece ajena al nuevo negocio de su marido junto a sus
hijos, un cuñado policía que poco a poco
se sumergirá en la búsqueda del nuevo cocinero e infinidad de personajes
secundarios que aumentarán la tensión de una doble vida insostenible pero
altamente interesante.
Uno de los
puntos fuertes de BREAKING BAD es el
cariño y apego que se le coge a los personajes gracias al alto contenido humano
de la historia y al hecho de que los personajes podrían ser reales (de hecho
algunos lo son y si no investigar por internet). Son personas con problemas
cotidianos, con reacciones y sentimientos humanos; miedo, ira, avaricia… hay
para dar y tomar pero nunca te hartas. Otro punto fuerte es la evolución de
cada uno de ellos, está claro que posiblemente el personaje de Walter es el que
más transmutaciones muestra, iniciando la historia como un hombre cincuentón
bastante Fleaky y enclenque y acabando como Heisenberg, ese mafioso hijo de
puta que controla la producción de metanfetamina de Nuevo México y al cual no
le importa acabar con quien sea con tal de proseguir con su plan de vida (o
muerte según se mire).
Walter repite
y repite en diferentes momentos de la serie que hace lo que hace por su
familia, para asegurarles un futuro cuando el no este, pero sabe qué hace lo
que hace porque es lo que le hace sentirse vivo, más vivo que nunca, encontrándose
en situaciones que jamás hubiera llegado a imaginar y encontrando solución a
cada una de ellas (sean o no reprochables). Todos los personajes BB evolucionan (o involucionan según se
mire) y nadie escapa al efecto de sus actos, NADIE, pagándolo muy caro en
algunos casos. Skyler, la esposa perfecta de clase media que acaba apoyando a su
marido después de todo tipo de
situaciones incomodas para finalmente darse cuenta de que esta conviviendo con
el mismo diablo. Hank, su cuñado, pasa de ser un simple agente de la DEA a comandar a todo el departamento después
de haber sufrido un ataque por parte de unos sicarios mejicanos y pasar una
temporada sin poder apenas moverse pensando que no llegaría jamás a recuperarse
convirtiéndose en todo un Eliot Nessy
cayendo en la mayor de las frustraciones tras ver como su cuñado había estado engañándose
durante más de un año delante de sus narices. Nadie, vuelvo a repetir, NADIE es
inmune a los actos de Walter White y por supuesto tampoco el espectador. Cabe destacar
que la serie cuenta con un elenco de personajes secundarios memorable, desde capos
de la mafia mejicana, como Tuco Salamanca y familia, al casi inmortal Gus
(pollos hermanos) Fring, Mike el matón bonachón o el abogado multifuncional
Saul Goodman (personaje del que se rumorea por la red se hará un spin-off
totalmente merecido), joder si hasta sale Dani Trejo!!!! Son personajes
sorprendentes, perturbadores, con un claro objetivo que es conseguir más y más
y más dinero y poder sea como sea pero a los que es sumamente fácil cogerles
cariño, a sabiendas de las malas artes que pueden utilizar, pero si pudiésemos ¿no
haríamos lo mismo?. Todos tienen su lugar en la gran maquinaria de historias
que es Breaking Bad sin falta ni
exceso, se convierte en los engranajes imprescindibles y necesarios del todo.
No sobra
nada, ni un minuto siquiera es de relleno. Esta es otra de las claves de esta
obra maestra, un total de cinco temporadas compensadas y mesuradas para que no
sobre nada. Existen un gran número de series sobre-explotadas con argumentos
repetitivos y falta de la frescura inicial que las caracterizaba (léase Dexter, Californication o Sons of Anarchy por nombrar algunas que
siendo buenas series no llegan en conjunto a ser masterpieces). Vince Gillian y
la productora AMC han sabido tratar
con mimo y ternura a su retoño dándole una longevidad justa y exacta, sin repetición,
sin copia, sin falsos homenajes, algo difícil de encontrar cuando se tiene la
certeza de que la gallina puede seguir dando huevos de oro aunque de menor peso.
Dejando de
lado detalles argumentales y/o técnicos sólo puedo decir que hasta el día de
hoy considero a Breaking Bad como la
mejor serie que he visto y que será realmente difícil, no imposible, superarla.
La huella que me ha dejado como seguidor perdurará para siempre y aunque mucha
gente se me echara encima me declaro claramente pro-Walter White por su espíritu
de superación y convicción de ideas en sus objetivos pese a que es cierto que
no siempre el fin justifica los medios ni el alto grado de manipulación y
excesivo control que llega a conseguir por y de sus actos; joder podría plantar
cara al mismísimo Batman de Nolan. Vale
es cierto que no se porta bien con Jesse pese a su último intento de redención de
pecados y tampoco con su familia utilizándolos como excusa para justificar su
actos pero, no se le pueden negar el par de cojones que le echa a todo acompañado
por una suerte casi divina en algunos momentos. Walter quiere tener una segunda
oportunidad y no morir como un simple mortal sin pena ni gloria, ¿se le puede
reprochar eso? Breaking Bad tiene un
mensaje vital y positivista detrás de esa opera de acción desmesuradamente
tarantiniana que muestra a primera vista, un mensaje que me ha hecho recordar
innumerables veces al personaje de Lester Burhman (Kevin Spacey) en American Beauty y es que recordad, aunque
tengas cincuenta años sigues estando vivo.
http://www.amctv.com/shows/breaking-bad
Raúl Alfaro.
http://www.amctv.com/shows/breaking-bad
Raúl Alfaro.
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