Al ir a comprar las entradas se veía movimiento de gente, cosa que durante los meses de julio y agosto no se vio, así que parecía que la sala estaría llena o casi. Pero al entrar me llevé una sorpresa, pues estaríamos en total cerca de unas treinta o cuarenta personas, y a la vista ningún capullo molesto. (Lástima que películas como Dredd no tengan la taquilla que otras). Así pues, me acomodé en la butaca, dejé pasar sin pena ni gloria los demás tráileres que me ofrecía la pantalla, puse en silencio el móvil y me dispuse a disfrutar de lo que me ofrecería Dredd. Las luces se fueron desvaneciendo hasta apagarse y empezó la película. ¡Pues vamos al tema!
© Lionsgate
Argumento.
El terreno que comprende la antigua costa este de Estados Unidos y que se extiende desde el antiguo Boston hasta Washington, está cercado por enormes muros de cemento que encierran millones de megaedificios, y megacarreteras por las que circulan millones de vehículos. Esta gran zona se denomina Mega City 1 y está compuesta más o menos por 400 millones de personas. El número de clases sociales ha disminuido y lo que abunda es una humanidad en decadencia.
El terreno que comprende la antigua costa este de Estados Unidos y que se extiende desde el antiguo Boston hasta Washington, está cercado por enormes muros de cemento que encierran millones de megaedificios, y megacarreteras por las que circulan millones de vehículos. Esta gran zona se denomina Mega City 1 y está compuesta más o menos por 400 millones de personas. El número de clases sociales ha disminuido y lo que abunda es una humanidad en decadencia.
En ese futuro cementoso, asfáltico, megapoblado y
decadente, vive el juez Joseph Dredd, que es una especie de policía-juez-verdugo, experto en su trabajo y con
un cabreo en el semblante de dos pares de cojones y con una mirada tapada por un casco.
Después de dar muerte a unos cuantos delincuentes, al
juez Dredd le encomiendan la misión de examinar a Cassandra Anderson (Olivia Thirlby), una joven
aspirante a jueza con poderes psíquicos capaz de entrar en
la cabeza de las personas y averiguar lo que piensan.
© Lionsgate
El juez Dredd y su acompañante Anderson se
encontrarán con un problema inesperado al quedarse encerrados en el megabloque
controlado por Ma-Ma, una capo que trafica con una nueva droga llamada slow-mo (ralentización de la realidad e intensificación de los colores).
Dredd intentará por sus cojones sobrevivir esquivando
los disparos de los secuaces que obedecen las exigencias de Ma-Ma, matando a
diestro y siniestro a todo el que se interponga en su camino para encontrar a
Ma-Ma y arrestarla. Pues quien no obedece al juez Dredd, muere.
© Lionsgate
Crítica.
Dredd nos ofrece buena ciencia ficción repleta de acción y gore, con corrupción y drogas de por medio, con tintes de Robocop 2 y Cuando El Destino Nos Alcance, por lo que dicen, muy fiel al cómic, y por lo que yo he visto no tiene nada que ver con la anterior película protagonizada por Stallone (cada una con sus defectos y sus virtudes).
Pese a su “bajo” presupuesto, Dredd será del agrado de todo aquél que le guste este tipo de género de ciencia ficción oscuro y casi de serie B.
Dredd nos ofrece buena ciencia ficción repleta de acción y gore, con corrupción y drogas de por medio, con tintes de Robocop 2 y Cuando El Destino Nos Alcance, por lo que dicen, muy fiel al cómic, y por lo que yo he visto no tiene nada que ver con la anterior película protagonizada por Stallone (cada una con sus defectos y sus virtudes).
Pese a su “bajo” presupuesto, Dredd será del agrado de todo aquél que le guste este tipo de género de ciencia ficción oscuro y casi de serie B.
Sin duda, Dredd hará pasar un rato entretenido al
espectador, aunque al final deje algún que otro interrogante y un pequeño
descuido sin explicación.
Pese a todos los peros que se le quieran encontrar a Dredd
(allá cada uno), para mí sin duda es la mejor película que he visto este
verano, metiendo en el saco a dos pesos pesados (no porque sean buenas sino por
el presupuesto con el que han contado) como Prometheus y El Caballero
Oscuro II.
Dredd cuenta con una trama simple y directa, llena
de acción, sangre y oscuridad, y desarrollado todo ello en casi un sólo
escenario.
© Lionsgate
Dredd va directo al tema, sin concesiones ni
tonterías enrevesadas que al final en lugar de ayudar a la película la
estropeen (como las citadas el Caballero Oscuro II y Prometheus). Tampoco se
entretiene en explicarnos la vida íntima de los dos jueces protagonistas, y
simplemente nos explican su ocupación y nos la enseñan metiéndonos en lo que
sería un día de trabajo. Así de simple.
El hecho de no mostrar en ningún momento de la
película la totalidad de la cara del juez Dredd, otorga más puntos al film y la hace
más fiel al cómic.
La jueza Anderson pone sin ninguna duda la faceta más emocional y moral del film.
La jueza Anderson pone sin ninguna duda la faceta más emocional y moral del film.
Karl Urban aprueba de sobra, aunque en algún pequeño
momento su contracción labial se vea un poco forzada. También es verdad que el papel que interpreta no exige tanto esfuerzo,
puesto que al llevar en toda la película el casco enfrascado en la testa tiene
que cuidar menos las expresiones faciales, a excepción de la boca (cosa que con
los tiempos que corren no es muy difícil). El peso de su papel
recae en sus movimientos corporales (muy bien expresados), en mantener la boca
fruncida (chapó) y sobre todo en su tono vocal, esto último lo escuché doblado
en español, así que seguramente me he perdido algo muy importante de su trabajo
(próximamente intentaré verla en V.O), aun así el doblaje al español no
está tan mal, pues la voz creo que es la misma que la que dobló al gran
Rorschach de los Watchmen. Un doblaje que no desentona ni chirría.
© Lionsgate
La BSO compuesta en su totalidad por electrónica y
metal, acompaña en todo momento a la película y le da un toque aún más futurista
y duro al film.
Dredd es una buena película de ciencia ficción y
acción para mayores de 18, ¡sí señor! (y por lo visto también una buena
adaptación del cómic). No es la típica película de superhéroes para
críos. Aquí sí hay sangre.
© Lionsgate
Dredd puede que sea el comienzo de una trilogía, con lo cual, con esta primera parte puede que sólo se nos enseñe el envoltorio para más adelante ir ahondando en los temas sociales, políticos, económicos, etc... Ojalá nos ofrezca en sus próximas partes (si las hubiera) más transgresión por parte de los jueces o los altos cargos, o más corrupción y abuso de autoridad y poder.
Por ahora, para mí, Dredd aprueba y me gusta su seriedad (tanto la de la película como la del hombre), aunque desde luego no me gustaría cruzarme con este tipo por la calle, porque si me pilla dándole una calada a un porro tiene cojones de pegarme dos tiros.
Después de leer esta crítica ya no tengo ninguna duda: ESTA SEMANA LA IRÉ A VER SI O SI.
ResponderEliminarI AM THE LAW!!!
Raul A.