"Lo prometido es deuda... y vaya
si han pagado"
Ya tenemos en nuestras manos (bueno todavía
no ha llegado a las tiendas pero en fin, tu ya sabes...) el octavo discazo de
una de las bandas ya míticas, no típicas, ni tópicas de metal extremo, los
canadienses Cryptopsy.
Después del su "no demasiado"
estimado anterior trabajo del 2008 "The Unspoken King", catalogado
como una traición a su carrera y un alejamiento del sonido brutal, técnico y
demoledor de la banda, Cryptopsy
vuelve a la senda de lo que mejor saben hacer, destrozarlo todo con clase y
sobretodo con mucha calidad. Con este disco homónimo la banda abandonan las
experimentaciones y pruebas a medio gas y dejan bien claro que son los
auténticos "putos amos" del Death metal técnico más crudo y brutal.
Personalmente reconozco que "The Unspoken King" me parece un muy buen
trabajo, más accesible y matizado que el resto de sus discos, pero esta claro
que no tiene el punch ni la fuerza
que siempre ha caracterizado a esta banda. Matt
McGachy vuelve a repetir como vocalista y lo hace de manera sublime a pesar
de perder matices melódicos. Las nuevas entradas de Jon Ievasseur a una de las guitarras y a Oliver Pinard en el bajo junto a Chrisitan Donaldson han sentado muy bien a la formación, quedando
bien claro que son (junto a los yankis que no yonkis Origin) los campeones de este estilo extremo. Flo Mounrier continua repartiendo batacazos y dobles bombos como
siempre desde hace años y paños. Entrando a detalle nos encontramos con un
total de 8 temas y casi 35 minutos de duración.
En principio para los más
noveles de la zona puede parecer poco material después de 3 años pero...
aaaaaaaaaaay pecadores de la pradera, si tenemos en cuenta la velocidad y los
cojones que les echan estos señores cuando calientan motores os puedo asegurar
que con esto tendremos más que suficiente para satisfacer incluso las mentes
más perversas, calenturientas y extremas del ultra-sub-mundo del metal. La
descarga se inicia con Two-Pund Torch,
tema que abre con una corta pero intensa intro y que deja bien claro que los
coqueteos con estilos metal-coreros, hardcoretas o similares se han dejado de
lado. Demoledora entrada de 5 minutos que nos deja totalmente aturdidos pero
con ganas de más, como un chupito de absenta. Tras este primer tema la descarga
es continua y sin concesiones, excepto unos segundos de blues y jazz
(segunditos) en Red-Skinned Scapegoat,
un tema excelente con riffs arrolladores, bombos estruendosos y harmónicos que
vuelan por diestro y siniestro haciendo rodar cabezas a centenares,
personalmente el tema que más me gusta. El resto de composiciones rozan la
perfección humana, haciendo difícil destacar alguno sobre los demas. Todo
rezuma excelencia.
En resumen, un disco atronador que volverá a
subir al trono a estos canadienses esquizofrénicos. Para los que ya los conocéis
ir calentando motores con alguno de sus anteriores míticos e históricos discos
como pueden ser "None So Vile" (1996) o "Whisper Supremacy"
(1998) porque volvemos a tener con nosotros la mejor versión de estos animales de
bellota. Para los que no hayáis tenido el gusto de degustar semejante manjar y
si sois amantes de los sonidos más radicales y las descargas más veloces que
Usain "Thunder" Bolt en los cien metros lisos, adelante no os cortéis
un pelo. Llevaban meses prometiendo caña y por Satanás que lo han cumplido. GREAT
BRUTAL WORK !!!
Links; http://cryptopsy.ca/ Raúl Alfaro
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