NOTA: Este artículo contiene datos relevantes del comic en cuestión, vamos que si te lo vas a leer desvela cosas que pasan, de todas formas no es un gran cómic.
La verdad es que hacía tiempo tenía ganas de leer esta obra de Warren Ellis. Desde que consumí Authority como un auténtico yonki poca cosa había caído en mis manos de uno de los miembros del English-comic-team (Gath Ennis, Mark Millar, Grant Morrison… herederos y seguidores de la actitud ante la vida del intocable Alan Moore). En este artículo me concentraré sobretodo en el guión, no por desprecio al trabajo de Chris Sprouse, que sinceramente poco conozco (Tom Strong, Wildcats vs Aliens…) si no porque creo que Ocean puede servir de escusa perfecta para hacer un ligero, casi liviano repaso del trabajo de Ellis.
Si se lee Ocean como un trabajo ajeno a todo lo que ha hecho anterior y posteriormente Ellis se puede considerar una buena serie.
Personajes dignos, una historia bien organizada y buena recreación de ambientes, acción, algo de misterio… pero… no se algo te dice al acabar de leerla que no se ha sacado todo el provecho que se podría y las expectativas de los más exigentes (en este caso las mías eran altas) no se han cumplido. Esta bueno pero me he quedado con hambre, y la verdad es que tenía y bastante. La verdad es que la historia peca en exceso de homenajes (¿plagios?) a obras clásicas de la ciencia ficción (literatura y cine). Un guiño a Alien, un abrazo a 2001:Una Odisea en el Espacio (casi una violación), un saludo a Atmósfera Cero (menos conocida pero que recomiendo, que grande Sean Connery)… en resumen, pequeños piscolabis que no acaban de darle forma y gesto a todo. Las bases del argumento aunque tienen cierto tufillo a “esto ya lo he visto” no es mala pero el desarrollo se queda corto; tomar como referencia una obra tan amplia y compleja como 2001 (Arthur C. Clarke, si no te la has leído ya puedes ir corriendo a comprártelo, no a bajártelo, no, a comprártelo) y empaquetarlo todo en 6 números de 28 páginas donde en la mitad de viñetas no hay diálogo, tendencia “vaga” de la escuela inglesa, hacen que gran parte de la trama quede sin desarrollar o simplemente se obvie o se deje en manos de la imaginación del lector (que puede o no tenerla o querer utilizarla). ¿Qué hay de los sarcófagos encontrados en la luna de Europa? No hay suficiente con decir que es una raza originaría de la especie humana, meterla en sarcófagos y sin ni siquiera hablar con ellos eliminarlos de un bombazo porque se supone que es una raza violenta… muy bien chico ojo por ojo… La supuesta empresa/corporación que controla la estación-espacial que hace pruebas armamentísticas en Europa ¿dónde están? Algo tendrán que decir ante, si es cierto, el mayor descubrimiento realizado por la humanidad, su propio origen… aquí nadie sabe nada y bueno como esta esa estación de servicio de segunda en la que ni siquiera invertimos en mantenimiento ya nos quedamos tranquilos… ¿ingenuo? Los personajes, bueno lógicos… no se qué manía tiene todo el mundo en darle trabajo a Samuel L. Jackson, ¿no tiene bastante con ser Nick Furia? A todos nos gustó su actuación en Pulp Fiction (no es así en La Jungla: La venganza) pero por favor que le dejen tranquilo, ¿los protagonistas tienen que ser negros (afro-americanos para los que se ofenden con los colores), calvos, con perilla y la cara del bueno de Samuel? El malo malote, como no, director de la estación de segunda que sin venir a cuento se convierte en un gran dictador-megalómano que quiere controlarlo todo y sobretodo matar a los “invitados”. Eso si con la ayuda de su ejército de humanos implantados con nano-tecnología y totalmente hipnotizados por unos cuantos dólares (muchos conceptos poco desarrollados y que plantean ciertas dudas de que puedan ser creíbles ante una obra que aun siendo ciencia-ficción si se quiere reflejar en la obra de Clarke debe mantener cierta coherencia, como lo es la obra de este gran escritor). La parte gráfica esta más que resuelta, teniendo en cuenta que no es el mejor trabajo de Sprouse, en algunos momentos parece que los plazos de entrega debían ir justos porque resuelve la situación bajando ligeramente (y no tan ligeramente) el nivel. Que conste que considero a Sprouse como un gran artista, de hecho a pesar de no seguir mucho su trabajo siempre que cae algo suyo en mis manos es bien recibido ya que tiene un estilo muy personal y fácil de digerir, es agradable a la vista y si el guión acompaña puede lucirse sin problemas, eso si necesita su tiempo, no sé si en Ocean lo ha tenido siempre, lo dudo mucho.
Vamos ahora a ver qué lugar ocupa Ocean en el conjunto de la obra de sir Warren Ellis. Como dije al principio recibí Authority con los brazos abiertos. Había leído muy buenas críticas y por lo que decían era la piedra angular de la nueva manera de hacer comics después de la época oscura a mediados de los 90. Los aficionados necesitábamos aire fresco, guiones buenos, coherentes, historias interesantes, innovadoras, ya estábamos cansados de hacernos pajas con tanto splash-pages, excesos de testosterona y silicona por todos los sitios… Visto un cómic de Image, vistos todos (exceptuando Maxx, obra maestra de Sam Kieth y Bill Messner-Loeb). Por desgracia la enfermedad Image se extendió a Marvel y en no tanta medida a la otra casa grande, DC… una época más que oscura para la gente de bien, no para los pajeros… Authority fue bocanada de aire. Era tal el impacto y la fuerza de la serie que incluso cuando Ellis abandonó la serie (junto con Brian Hitch, que grande…) el equipo de relevo (Mark Millar y Frank Quitely) aprovechó la inercia y le dio un nuevo impulso, si aún había espacio… espectacular e imprescindible. De hecho los inicios de la tan aclamada, adorada y venerada línea Ultimates de Marvel (gran acierto de la editorial) beben directamente de las aguas de Authority. En este punto no podemos negar que Ellis es un referente para el cómic ¿pero “actual”? Este último mes me he empapado de algunas de sus últimos proyectos, post-Ocean, sobre todo los relacionados con la editorial Avatar, que por lo que parece le da libertad-creativa-absoluta a los autores en la creación y elaboración de sus obras, cosa que Marvel y DC, sobreprotectores con sus personajes y creaciones, desgraciadamente no permiten. La migración a Avatar de la Esglish-school en proyectos concretos ha sido notable pero no todos han aprovechado la oportunidad. Algunas de las obras de Ellis en Avatar son No Hero, Black Summer, Supergod… con un tono muy alejado al de Ocean y donde Ellis parece acercarse a los niveles de irónia, salvajismo, animalismo, burla, despotismo… del gamberro más gamberro, Gath Ennis (que grande eres). Si comparamos estas últimas obras en Avatar con Ocean o incluso con New Universal (intento de recuperar el “nuevo” universo Marvel que se quedó en nada; joder no tenéis a los Ultimates pesaos, el nuevo universo no funcionó en los 80 ni va a funcionar ahora, ¿dónde esta Jim Shooter? Que de la cara…) pasamos de un registro serio, digno, donde todo es trascendental, donde cada decisión puede ser decisiva para toda la humanidad a un ambiente distópico, futurista, sucio, donde todo vale y donde el que grita más tiene más razón y donde cuanto más malo eres, mejor… una opción viable pero chico Ennis es el maestro y se te ve demasiado el plumero. Sólo he empezado a leer un par de números de WoormWood Chronicles de Ennis en Avatar y se nota que está en su salsa… A Ellis se le nota algo forzado en este ambiente más sucio y necesita tirar de demasiadas referencias haciendo que el conjunto pierda en originalidad. No son malas obras, son entretenidas y tienen momentos interesantes pero ha perdido punch. No quiero pensar que una vez conseguida una fama más que justificada y merecida, la comodidad y el bussiness le pasen factura como a nuestro amigo Mark Millar (cambiando la a por una e Miller (Frank), uy que coincidencia… y que miedo) y también sea víctima de los cánticos de las sirenas del mundo del cine, un medio donde normalmente destrozan a nuestros maestros a base de glamour, mal bourbon y sobre-ingesta de anfetaminas y barbitúricos, yo lo he vivido...
En resumen como obra singular Ocean es un producto de entretenimiento para un sábado por la tarde, un block-buster sin demasiado que aportar aunque tampoco es una pérdida de tiempo. En el largo e irregular camino de Warren Ellis, una obra de transición, que actualmente no estaría mal que volviese a repasar porque sin ser ni de lejos su mejor obra, le podría hacer volver a la escala donde Ellis está a gusto y trabajo mejor, la escala de Authority, la gran escala, la trascendental, la decisiva… que deja a Ennis que siga gamberreando por nuestros barrios, que es lo suyo. Por cierto ¿sólo puede dibujar comics distópicos-sucios-futuristas Juan José Ryp? El chico es una muy bueno pero que pasa ¿qué sólo pueden trabajar el y Samuel L. Jackson?
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