Dos años han tenido que pasar, con un disco entero bajo el brazo desde hace año y medio, para que Agalloch volviera a Europa.
Su última visita al viejo continente fue en Marzo de 2010 para ofrecer 2 conciertos en Rumanía. Uno de ellos en el Centro Cultural Reduta, un precioso auditorio-teatro situado en la no menos bella población de Brasov, en el corazón de Transilvania; donde obsequiaron a una audiencia sentada cómodamente en sus butacas con un recital único, en el que los oyentes terminaron levantándose emocionados para agitar sus cabezas. Y un segundo concierto en Bucharest, más “tradicional”, junto a los franceses Alcest; el cual supuso la primera actuación en directo de los galos. Los de Portland han alcanzado un status de banda de culto que se ha ido acrecentando con los años y estos conciertos en Rumanía han ayudado a hacer más grande su leyenda, unas veladas pensadas para Agalloch y para sus fans y a las que tuve la fortuna de acudir.
Ha llovido bastante desde esos conciertos y esa lluvia parecía acompañarme en Paris de camino a la sala. Realmente, pasear por un parque arbolado bajo una llovizna ligera en un día gris y frío es uno de los mejores ambientadores posibles para un concierto de Agalloch, pues la naturaleza, el frío y la soledad son unas de sus inspiraciones.
Los encargados de abrir la noche eran sus compatriotas Velnias. La banda de Colorado, fundada en 2006, presentaba su nuevo álbum de larga duración “RuneEater”, aunque al ser tan reciente, que el grueso de los 45 minutos de su actuación se basó en su disco anterior, Sovereign Nocturna, aunque claro, con temas de 15 minutos, pocos pueden tocar.
He de admitir que es una banda que nunca me había parado excesivamente a escuchar, pero su doom con toques de black, con un regustillo a Primordial en algún pasaje, realmente acabaron convenciéndome.
Empezaron su actuación con la mitad del aforo de la sala cubierto y esta se fue llenando durante su actuación.
El que sus temas sean de larga duración y que no hicieran ninguna pausa de sonido entre ellos, creaba la sensación de ser una actuación de un único tema, dejando al público sin saber qué hacer, aplaudir, gritar… Ante la duda, la mejor opción: silencio respetuoso y mover la cabeza siguiendo los ritmos que iban desarrollando hasta el final definitivo con un gran aplauso.
Un grupo al que empezar a seguir detenidamente.
Mientras se producía el cambio de bandas, música al estilo films de terror y drama de los años 60-70 para entrar en tensión y situación; no en vano, pues Agalloch son grandes fans de este tipo de películas (El White EP esta inspirado íntegramente en la película The Wicker Man de 1973 y el tema The Hawthorne Passage de The Mantel contiene frases de El Septimo Sello de Bergman del 57 y de Fando y Lis de Alejandro Jodorowsky del 67, por poner unos ejemplos).
Veinte minutos después, el vocalista y lider John Haughm, salió al escenario a realizar su ya habitual ritual del incienso.
Una vez finalizado dicho ritual, Haughm cogió la guitarra y empezó a tocar diferentes riffs, grabándolos y superponiéndolos y poco a poco se le fueron sumando sus compañeros, Aesop a la batería, seguido poco después de Don a la otra guitarra y Jason al bajo para crear una intro en una onda post-rock que desencadenó en Into the Painted Grey de su último album Marrow of the Spirit, que la gente recibió con gran entusiasmo.
Don durante toda la actuación, muy motivado y animando al público, aunque poco incentivo extra necesitaba la gente además de verlos encima del escenario.
Los temas se sucedían y la comunión con la audiencia crecía. El contrapunto de Don parecía ser Jason, siempre inexpresivo pero impecable en su función, hasta que empezaron a sonar los primeros compases de Limbs, en los que dio un paso adelante marcando el ritmo a los asistentes, produciendo una pequeña sonrisa en sus compañeros.
Durante la primera parte del set, se fueron sucediendo temas del Marrow of the Spirit y del Ashes Against the Grain, desmarcandose con Of Stone, Wind and Pillor, aclamada por los seguidores más amantes de su primera época, para acabar con la emotiva Blood Birds, que Haughm quiso dedicar a las antiguas publicaciones de black metal europeas ya desaparecidas de las que era seguidor.
La banda abandonó el escenario solo por unos momentos, todos tenían ganas de más y ellos también.
Regresaron a los instrumentos con 2 temas seguidos del Pale Folklore y cuando aun estábamos aplaudiendo el último tema, Haughm se dirigió nuevamente a los allí presentes: “ Vamos con un tema de The Mantel al final”. Unas palabras que llevaba deseando desde el inicio de la velada, pues es mi disco preferido, y aunque hubiera preferido más temas, que el elegido sea In the Shadow of our Pale Companion y sus 14 minutazos, hacen que la espera valiera la pena.
Para acabar el set, eligieron un tema para esta gira que no habían tocado en Europa en ninguna de sus anteriores visitas y no era otro que Kneel to the Cross, versión de Sol Invictus. Supongo que el hecho que Don vaya a participar en el próximo disco de Sol Invictus como invitado dio mucho peso al tema para ser tocado, opinión que se confirmó al ver que Tony Wakeford, lider de Sol Invictus, salió al escenario con ellos en su actuación londinense un día después.
Sí, podemos decir que la iluminación era sosa; sí, podemos decir que la voz sonaba un poco alta y que realmente ésta suele ser un punto flojo del grupo, pero la emoción y el ambiente creado sobrepasa estos inconvenientes. Un público entregado, despidió a la banda entre aplausos y vítores, conscientes de que nuevamente Agalloch nos había brindado un buen concierto.
Al finalizar el concierto, mientras empezaban a recoger sus equipos, Don y Jason volvieron a comentarme que les encantaría poder tocar en España y que esperaban que así fuera la próxima ocasión. Esto mismo me han dicho en las cuatro ocasiones que les he visto. Soy consciente de que todos tienen trabajos, no viven de la música y tampoco viven cerca, sobretodo Aesop, pues el resto son originarios de Portland y él vive en San Francisco, así que les ha complicado quedar para tocar, girar y hasta ensayar. Solo nos queda esperar que la próxima vez tengamos la suerte de poder verlos por nuestras tierras.
ñ Intro
ñ Falling Snow
ñ Limbs
ñ Ghosts of the Midwinter Fires
ñ Of Stone, Wind and Pillor
ñ Our Fortress is Burning...II: Bloodbirds
Encore
ñ Hallways of Enchanted Ebony
ñ Dead Winter Days
ñ In the Shadow of Our Pale Companion
ñ Kneel to the Cross
(Sol Invictus Cover)
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