No se puede decir que sea un gran asiduo al hardcore punk (menos punk que hardcore), pero en esta ocasión tengo la oportunidad de analizar un disco que me llama la atención. Se trata de un grupo israelita cuya portada ya nos da una idea de lo que nos podemos encontrar: reivindicación, temas radicales y mucho punk con toques oi!
Sin duda, para los amantes de este estilo el álbum aporta bastante dosis de los elementos clásicos: ritmos simples, muy rápidos, voces que no paran y ganas de liarla. A lo largo de los 18 temas que componen el disco no nos vamos a llevar ninguna sorpresa, y es que el grupo tiene las ideas muy claras sobre lo que quieren conseguir, y no es más que tralla pura y dura, con canciones de apenas 2 minutos que van directas a la mandíbula.