Un día de cólera, es otra de las novelas históricas publicadas
por el escritor Arturo Pérez-Reverte donde en esta ocasión narra los
acontecimientos del Madrid del 2 de Mayo
de 1808. En esta novela muchos nombres y apellidos de personajes reales
de aquel trágico día, donde destaca el muy buen trabajo de documentación por
parte del autor. Con este nuevo trabajo, Reverte nos deja un claro homenaje
hacia los cientos de valientes que aquel día salieron a la calle defendiendo sus
ideales a navajazos, pedradas, tiros… contra el ejército imperial de Napoleón.
Pero este exceso de documentación en muchos momentos se hace demasiado pesado, la
saturación como en todo el la vida, no es recomendable…
Es cierto
que Reverte hace una excelente narración de este hecho histórico, y que como
nos tiene acostumbrados, mete esa
irónica crítica social aunque eso sí, en una dosis más baja que de costumbre,
dejando que el lector saque sus propias conclusiones de aquel momento histórico.
Hecho
tremendo el que sucedió aquel día donde se vio el lado más oscuro del ser
humano, matanzas en las calles de la capital donde ciudadanos de a pie, esos
que solemos ver y saludar cuando salimos a la calle, salieron de sus casas
buscando sangre francesa. Fenomenalmente narradas las luchas que se libraron en
las calles de Madrid, detallando cada personaje que participo en aquella
locura, un buen trabajo de Reverte sin duda. Pero como ya he dicho antes, a
veces satura tanta información personal. El mejor momento de la novela en mi opinión
es la durísima batalla que se libró en el cuartel de Monteleón, donde un grupo
de hombres y mujeres junto unos cuantos soldados unidos a la causa, comandados por
el capitán Pedro Velarde y el capitán Luis Daoiz, se enfrentaron con lo poco
que tenían a mano contra el temido ejército imperial Francés. Este momento de
la novela es sumamente trepidante, como un grupo de ciudadanos que no llegaban
al centenar, consiguieron infligir un considerable numero de bajas al ejército
más poderoso del momento.
Reverte cada
vez se siente más feliz con este tipo de novelas, aunque como ya he comentado,
su excesivo afán por la extrema información, llega a agobiar, algo que no
pasaba con otra novela como fue Cabo
Trafalgar.
Unas de las
cosas que nos quedaran claras y es lo que creo que el autor nos intenta
transmitir, es que este país llamado España no cambia, y una buena muestra de
ello es esta conversación de dos apresados por los franceses:
“Mira alrededor, compañero. ¿Qué
ves?... Gente del pueblo. Pobres diablos como tú y como yo. Ni un oficial
detenido, ni un comerciante rico, ni un marqués. A ninguno de esos he visto
luchar en las calles. ¿Y quiénes nos mandaban en Monteleón?... Dossimples capitanes. Hemos dado la cara los
pobres, como siempre.”
Quizás mi pasión
por la historia no me haga ser muy objetivo con esta novela, ya que como documento
histórico es buena de cojones!!!
J.ARCOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario