Corría el año 1992 cuando un
grupo de dibujantes de los denominados fan-favorites
estaban a punto de revolucionar el mercado del comic americano como
co-fundadores de Image Comics.
Estamos hablando de Jim Lee, Rob Liefeld, Todd McFarlane y Marc
Silvestri al frente apoyados por un segundo comando de desertores como While Portaccio, Erik Larsen o Dave Kneow entre otros.
Por aquel entonces todos
ellos militaban en las filas de la todopoderosa Marvel donde los personajes de la casa siempre habían estado por
encima de los creativos, fueran guionistas o dibujantes (que se lo digan al
incansable Romita Jr el cual se
mantuvo fiel a la casa de las ideas). Cansados de esta situación y teniendo en
cuenta el altísimo beneficio que Marvel
estaba consiguiendo con el trabajo de estos esclavos del dibujo no es de
extrañar que se plantasen en firme y finalmente decidiesen abandonar el barco.
Por poner un ejemplo el Spider-man
de McFarlane y los X-Men de Lee llegaron a superar el millón de ejemplares vendidos en sus
primeros números reventando records absolutos de tiraje hasta el momento y difícilmente
superables en la actualidad; una autentica locura en una época en la que la
especulación de los coleccionistas estuvo a punto de provocar una bancarrota en
el mercado. Bajo estas
premisas nació una de las editoriales independientes más influyente de finales
del pasado siglo, Image Comics. Image estaba formada en sus orígenes por
un conjunto de estudios autónomos bajo la tutela de estos forajidos independentistas
y separatistas cada uno de los cuales puso en marcha una colección madre de las
cuales colgarían a posteriori spin-off's, crossovers y demás. Como siempre
algunas sobrevivieron y otras cayeron por el camino. Jim Lee
creó a los WildCATS, Liefeld a Younblood, Silvestri a Cyber Force, McFarlane a Spawn bla
bla bla...
Personajes que no estaban muy alejados de las
colecciones en las que habían trabajando en Marvel, vamos que tampoco se rompieron el coco pensando.
Fue una época
de sorpresas y emociones continuas donde cualquier cosa podía pasar y en la que
los fans de los comics estábamos expectantes cada mes a esperas de
recibir más dosis de la
nueva droga. Está claro que todo este torbellino artístico debía venir
acompañado de una historia. En lgunos casos fueron loa propios dibujantes los
que se lanzaron a escribir; McFarlane
ya lo habia hecho en Spider-man y
los mismos pasos siguió Erik Larsen
con su Savage Dragon por poner un
ejemplo. Otros en cambio delegaron este apartado a guionistas poco conocidos y
de dudosa experiencia en el medio. Tal fue el caso de Brandon Choi, ex-compañeros del instituto antaño de Jim Lee (que bonito) mientras Marc Silvestri hacía lo mismo poniendo
en manos de Eric Silvestri (hermano)
a sus Cyber Force . Y aquí
encontramos el gran talón de Aquiles de los primeros y segundos años de Image, la falta de buenas historias y
argumentos que nutriesen a nuestra imaginación. Durante meses llovieron
espectaculares pero vacías splash-pages como chuzos, muchas veces sin ton ni
son.
Poco a poco los lectores de
toda la vida nos dimos cuenta de que había más cal que arena en lo que comprábamos.
Pese a todo las ventas de la editorial eran excelentes, los subproductos
aparecieron a borbotones y la moda Image
se extendió hasta afectar a Marvel y
DC en esta manera de hacer comics de
historias sin argumentos ilustradas por clones de los grandes maestros
fundadores en sus talleres de producción en lata (lease Wildstorm, Top Cow, McFarlane
Studios etc etc). Es cierto que se intento arreglar este gravísimo error
inicial con fichajes estrella como Alan
Moore o Chris Claremont entre
otros, incluso pudimos beber agua en algunos oasis como el onírico y
surrealista Maxx del siempre genial Sam Kieth pero en general la calidad
media del producto Image de esta época
fue muy baja y por extensión de la mayoria de colecciones de comic americano
infectadas por el virus Image
(echarle un ojo a los numeros de los X-Men
de Nicieza o Seagle, ni Romita o los más
que buenos Kubert brothers pudieron
salvarlos). Es cierto que llegado el nuevo siglo Image tuvo la suerte de contar en sus filas
con unos noveles y motivadísimos Warren
Ellis y Mark Millar los cuales
revolucionaron literalmente a Image.y
posteriormente al mundo del comic de superhéroes marcando los patrones del
comic post-moderno del nuevo milenio. Cosas de la vida Jim Lee decidió hace unos años vender su estudio a Warner compartiendo espacio con DC Comics y por consiguiente Vertigo volviendo a una de las grandes y cerrando el círculo
hasta el momento, paradojas de la vida.
Aun pudiendo parecer ser
excesivamente duro creo que pese a las cosas positivas que pudo aportar la
aparición de Image como editorial
independiente las consecuencias negativas que provoco y ayudo a extender fueron
terribles para los buenos aficionados al comic y no lo digo como un viejo
rockero que echa de menos las canciones de toda la vida y que no puede aceptar
a las nuevas bandas con sus sonidos mestizos vacíos de originalidad. No es por
eso, es porque Image produjo muuuucha mierda, mierda a cubos sin tener en
cuenta el pasado, como las vanguardias europeas de principios del siglo XX e
igualmente destructivas en muchos sentidos. ¿Por qué nadie atentó contra el
trabajo horrendo y bastardo de Rob Liefeld y sus mujeres imposibles e
indeseables de largas piernas y pechos siliconados o el más que sobrevalorado
del desproporcionado Spawn de McFarlane y sus metros y metros de cadenas entre
figuras sin gusto ni proporción?
Image
fue el claro ejemplo de que sin una buena base argumental las cosas no tiran,
de que un cuerpo sin alma no funciona, de que lo banal, lo zafio, lo mezquino
no lleva a ningún sitio.. X cierto Marvel
hace unos años invitó a sus ex-combatientes a un supuesto renacimiento
universal en algunas de sus colecciones, producto de ello fue la vomitiva saga Heroes Reborn seguida posteriormente
por un necesario Heroes Return , dos
de los mayores fracasos de la editorial. Suerte de los Ultimates pero esto es otra historia. Por todo esto Image Comics merecía morir…
R.Alfaro
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