No sé ni
cómo ni por que llegue a plantearme ver La
Jungla 5 el pasado fin de semana en pleno aburrimiento nocturno. Teniendo en
cuenta el regustillo a exagerado y desmesurado que me dejó la 4.0 (le pones un punto y ya parece que
sea moderno) seguramente fue la nostalgia y el cariño al personaje de John McClane lo que me empujo a echarle
un ojo a la cinta. Por desgracia las (poco buenas) previsiones no solo se
acabaron cumpliendo si no que fueron superadas con creces, por desgracia
repito.
Me imagino que no hace falta presentar a John McClane, icono del cine de acción interpretado por Bruce Willis desde que John Mc Tiernan ejecutará una de las mejores películas de acción y emoción del año 1988. John McClane es ese policía fanfarrón, chulesco y despreocupado de New York que nos robo el corazón mientras salvaba descalzo a los rehenes de edificio Nakatomi Plaza de visita a su ex mujer en Los Ángeles, o que salvo a todo el aeropuerto de Dulles en Washington en navidad o que recorrió todo Manhattan tras las pistas de un enfadadísimo Jeremy Irons acompañado pos Samuel L.Jackson en una más que correcta tercera parte de la saga. Personalmente creo que aquí se tuvo que dejar descansar en paz a este personaje a toda la mitología que le rodeaba, incluso las duras (y para mi incompresibles) críticas recibidas por La Jungla 3, dirigida de nuevo por el genial Mc Tierna pudieron ser suficientes para que fuese así, PERO NO !!!! ¿Cómo iba Hollywood a desaprovechar semejante y provechosa franquicia en la actual vorágine de requeté-remakes de mierda…? Si, si de mierda y de vergüenza y de falta de respeto y de falta de gusto y de falta de todo. Si La Jungla 4.0 ya fue un ejercicio de exceso y extravagancia por lo menos Len Wiseman respetó el espíritu de un McClane mayor (no viejo eh) pero hábil en esconder su falta de agilidad física con una más que buena agilidad mental y de verborrea más que aguda. Recordemos que Wiseman tiene en su haber dos no demasiado malas partes de la saga Underworld y el dudoso honor de haber participado en el remake de Total Recall (aaaaaaaaaargh… se me revuelven las tripas). Aunque las comparaciones son odiosas incluso la 4.0 se podría salvar frente al bodrio que es la nueva (y última, por dios) entrega de Die Hard, el subtítulo lo dice todo, sí que dan ganas de morirse pero de la pena.
Todo rezuma
mediocridad, osti tú, si parece la típica película grabada en el este de Europa
porque es más barato. Los personajes son planos, incluso McClane se ha vuelto
plano, ¿Dónde está aquel hombre que nos hacía sonreír con la frase “Yippee-Ki-Yay,
motherfucker? Los malos no tienen carisma, no sorprenden. Nada sorprende en La Jungla 5, ni siquiera la larga y
bien ejecutada persecución ultra-destructiva por las calles de Moscú,
posiblemente la mejor y más entretenida escena, aunque anecdótica y gratuita. Es
la demostración de que el cine made by Michael Bay ha calado hondo en una
hornada de directores que no piensan, simplemente llenan metros y metros de
metraje con juegos pirotécnicos condimentados por toneladas de efectos
digitales como fin en sí mismo y no como medio para mejorar una buena historia
(algo que el James Cameron de la buena época, no el de Avatar, defendía a ultranza). No hay personajes y como no hay
personajes no hay historia y como no hay historia no hay película, todo te
lleva a un vacío existencial del que ni siquiera un buen par de tetas pueden
hacerte salir.
En resumen y
buscando una analogía musical, no desesperéis siempre nos quedará el And Justice y el Master y el Ride the
Lighting y el Kill em All …
Dejad descansar
en paz a John McClane, si us plau !!!!
R.Alfaro.
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